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30 mayo 2010

Picudo rojo. Rhynchophorus ferrugineus



Subo esta vista de Maro, para que quede constancia de nuestro paisaje; quizás sea el último año que veamos las palmeras repartidas por tantos rincones de nuestra geografía.
La plaga del picudo rojo se extiende como mancha de aceite y en cualquier sitio se obsevan los muñones de las palmeras, es tal el desastre que no puedo hacerme a la idea de que nuestros paseos y plazas se queden sin ellas. Otra gloria para apuntar al infausto alcalde de Almuñecar.

"La plaga apareció por vez primera en Europa en 1994, en España, en Almuñécar." nota de Wikipedia.

27 mayo 2010

Torres de almenara




“ TORRE DE MARO O CALATURCOS
Dista esta torre de la Puebla de Nerja una legua, su costa muy áspera, y tajos a la mar, puede tener artillería de a cuatro, pero no la necesita.

TORRE DEL RIO DE LA MIEL
Dista esta torre media legua de la antecedente, su costa áspera de peñascal y tajos a la mar. excepto dos pequeñas playas. tiene dos cañoncitos de a cuatro de bronce, su almacenito de pólvora, torreros y tres soldados, necesita alguna reparación su parapeto.
Entre esta y la anterior torre desemboca el Arroyo de la Miel, que siempre tiene agua y se defiende de la presente torre.

TORRE DE CERROGORDO
Dista esta torre de la antecedente media legua, su costa todo peñascal y tajos a la mar, está situada sobre una eminencia grande. por lo que aunque puede tener dos cañones de a cuatro de nada servirían.”

Recopilado de la “Relación del estado de todos los puestos fortificados de los ocho Partidos de la costa del Reino de Granada... Por Antonio Mª Bucareli y Ursúa 1762 . Legajo 3121 Archivo General de Indias. Sevilla


Aunque los orígenes de las torres vigías en nuestra geografía peninsular se remontan a época romana, nuestro litoral se protegió de forma sistemática con torres de almenara en época nazarí. Fundamentalmente se construyeron en tiempos de Yusuf I, bajo la dirección del primer ministro Abu-l- Ridwan ( 1329-1359 ).

almenara1.
(Del ár. hisp. almanára, y este del ár. clás. manārah, lugar donde hay luz, faro).

1. f. almenar1.
f. Fuego que se hacía en las atalayas o torres para dar aviso de algo, como de tropas enemigas o de la llegada de embarcaciones.

Fotografía: Torres almenaras de Maro y de Cerrogordo

23 mayo 2010

Ingenio de Maro


Quedó varado en tierra, proa a la mar, esperando un sueño que le lleve en nuevas singladuras a recorrer la mar de levante, para repartir el azúcar de sus entrañas por los puertos del Mediterráneo.
Tiene añoranzas de aquellos años en que los navíos genoveses venían cargados de sedas y especias del oriente para trucar por el jugo de la caña; años de riquezas y esplendor, mucho antes de que otros marinos llevasen la zoca de la caña dulce a tierras de ultramar y la competencia con la melaza americana se hiciera insoportable. Entonces no tuvo más remedio que apagar sus calderas y quedarse mirando el mar.

Hoy el ingenio de Maro levanta sus muros al cielo como un lamento, no reconoce que los navíos que le trajeron la riqueza de la India, bajo la bandera de la media luna sarracena, eran los mismos que con otras banderas llevaron la misma riqueza a las tierras americanas.
Cuenta la historia que fue el propio Cristóbal Colón, quien convencido de haber viajado a las Indias, llevó el cultivo de la caña de azúcar a las islas del Caribe.


“Desde 1640 llevaba el señorío y el ingenio azucarero de Maro D. Lucas Navío de la Peña, celebrado poeta que mereció ser premiado en el certamen literario que se celebró en Granada el mes de septiembre del año de gracia de 1699, con las siguientes Octavas:

Quien compusiera, quien con mas decoro
Entonara, y en diestro contrapunto
Con plectro de crystal en cuerdas de oro,
Cláusulas dulces, á tan alto assunto,
A de la gloria el Imperial Tesoro,
A de la gracia el celestial trassunto;
Si he de ser de tus luces Coronista,
Glorioso un rayo de tu luz me assista.....”

Recogido por Alejandro Bueno en su Reseña Histórica de Nerja. 1907

09 mayo 2010

Nerja



Ayer caminé entre algunos bancales de boniatos recién plantados; aguacates, ahora en plena floración, que muestran en sus hojas y ramas la lucha contra las plagas de ácaros y hongos, y muchas fincas abandonadas, criando malvas, muestra de la gran crisis del campo que no da ya para comer ni al propio labrador.
Buscaba el borde del acantilado en el pago de Tetuán entre Maro y Nerja para ver la mar desde arriba y de pronto al levantar la vista, vi como un gran barco varado en la orilla, proa a la mar, era mi pueblo, tan bello de lejos como extraño en su cercanía, con sus calles repletas de comensales tostándose al sol de primavera, delante de una jarra de cerveza y numerosas tiendas con sus baratijas en las aceras. Un gran mercadillo a la captura del turista. En una de ellas, sin rubor, sobre el umbral de la puerta, un gran cartel anuncia “Quiquirimoños para innortaos”.
Esperemos que vengan muchos despistados a comprar toritos con la bandera, bailarinas con peineta o camisetas con los anuncios más descarados. Al campo no le vemos solución mientras exista tal abismo entre lo pagado al productor y lo exigido al consumidor.