Declarado Parque Natural por la Junta de Andalucía en 1989,
se localiza en el norte de la provincia de Huelva y forma parte de la Reserva
de la Biosfera Dehesas de Sierra Morena.
De alta pluviosidad y clima suave, destaca por su extensa
masa forestal, de alcornoques (Quercus suber), castaños (Castanea sativa),
encinas (Quercus ilex), melojo (Quercus pyrenaica), quejigo (Quercus faginea),
con madroños (Arbutus unedo) y matorral de jaras y helechos. En los bosques de
riberas: sauces, chopos, fresnos y alisos. En los huertos: cerezos, nogales,
manzanos, perales y caquis que dan color al otoño en las zonas donde predomina
el alcornoque. En los castañares, ellos se bastan para adornar de amarillo y
rojo el mes de noviembre.
Entre los mamíferos: el meloncillo, la gineta y la nutria,
aunque nosotros veremos por doquier el cerdo ibérico o “pata negra” que ha dado
fama mundial a la zona con los conocidos jamones de Jabugo y cuya carne
podremos degustar en sus versiones de solomillo, presa, carrillera etc. en
cualquier restaurante de la zona.
En otoño el Parque es el paraíso de los seteros desde la
tana, huevo de rey o yema (Amanita caesarea), a la galamperna o gallipierno (Macrolepiota procera), los rebozuelos
o cantarelos (Cantharellus cibarius) o los diferentes
boletos - tentullo (Boletus edulis) - tan sabrosos, que también podemos degustar en los bares y comedores de
la zona, si no nos hemos molestado en agacharnos para recogerlas en el campo.
Nosotros en esta ocasión hemos paseado entre Navahermosa y
Valdelarco por un alcornocal con algunos
castaños y madroños en sotobosque de jaras, donde hemos recolectado rebozuelos,
boletos y tanas como la muestra de la
fotografía; para los “huevo de rey” primeros de noviembre es aún plena
temporada.
Valdelarco, una población de 254 habitantes (2010) ha sido
declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Conjunto Histórico en
2004, y bien merece terminar el paseo entre sus calles.