El árbol que crece más lento es el que no se planta.
El 7 de marzo de 2015 plantamos 20 castaños traídos exprofeso de Galicia, en el antiguo castañedo de San Antolín de Bedón.
Nuestra añorada amiga Carmen Falcón, nos puso en contacto con los viveros Boibel Forestal de Frades, que nos sirvieron los 20 castaños híbridos, con más de 1,50 m. de altura, resistentes al hongo fitóstera y de buena castaña.
El día de la plantación fue una fiesta maravillosa, amenizada con dos gaiteros entre ellos nuestro admirado Ramón Cantero ( q. e. p. d.)
Nuestros amigos de Naves, Celoriu, Niembro, Bricia, Piedra, Porrúa, Nueva, Hontoria, Villahormes, Quintana, Lledias, Posada e incluso Santander, trajeron vituallas y sidra suficiente para todos.
Días antes informamos que los árboles para crecer necesitan el cariño de la gente y acudieron más de un centenar de amigos.
Todos los árboles, que venian con las raíces libres, brotaron y no se perdió ninguno.
Habíamos contratado una pala mecánica para hacer los hoyos de 1x1 m. y la plantación fue relativamente fácil.
Sí sufrimos mucho, una vez que los árboles brotaron, con la voracidad de 2 caballos que pastaban libres en el prado.
Nuestro amigo Luisma Nuel, mientras estábamos en Málaga, los fue vallando uno a uno con una cerca de madera.
A pesar del esfuerzo de Luisma, los caballos seguían devorando los castaños por encima de las maderas y tuvimos que comprar malla ovejera y barrotes de hierro para cercarlos uno a uno, a mayor altura.
Conseguimos verlos crecer en paz, pero en el primer julio después de la plantación solo cayeron 5 litros y a pesar de nuestros esfuerzos regando, perdimos 2 castaños.
En estas, entró un nuevo dueño a participar del proindiviso de la finca, esta fue cerrada al acceso público y desde entonces no podemos ni entrar a abonar los castaños como hicimos el primer año.
Ahora mismo, 2020, con cinco años, los castaños están cargados de frutas y alcanzan un porte venerable. Llevan ya tres cosechas de castañas.