Duele mi tierra sedienta
Duele este sol de diciembre,
dura luz de los días
en la tierra reseca
del largo verano
sin lluvia de meses.
Clama inclemente
el labriego.
Perdió la voz
en rogativas sin destino,
mirando al cielo
por ver si nubla el sol
y el viento trae
un aire distinto.
Siente el campo mustio
el caminante,
que extraña cómo
florece aún la alhucema
y resiste la dura encina.
La tierra calma
espera sin protesta
que el agua fecunde
la simiente.
Duele ver al rebaño
recorrer el pasto
en busca de verde.
Duele mi tierra sedienta.
Fotografía: campos de Isla Mayor. Sevilla
Precioso poema y muy acertado con los tiempos que corren...
ResponderEliminarBesos
me ha gustado mucho... aunque tu sabes que mi debilidad son los poemas de amor!!!
ResponderEliminarmañana estamos contigo,
besotes
tu anita
Mi querido Miguel....
ResponderEliminarestás mostrando en cada expresión,la madurez del hombre intenso y profundo como el corazón de la Piedra misma.
Da gusto saborear tus escritos..."rogativas sin destino"."espera sin protesta" que me llevan a sentir que en mi Camino,también me "duele este sol de diciembre"
Somos, en la medida en que tratamos de darnos, y tú lo estás haciendo cada vez mejor.
Brindo por ti y tus musas.
Un abrazo con todo mi cariño
Susana
Mi querida Susasa, qué decir de lo generosa que eres conmigo.
ResponderEliminarUn abrazo
Miguel
Mi Anita, un disfrute estos días con vosotros y tu Áyobe tan encantador.
ResponderEliminarUn abrazo
Piedra
Mª Angeles y Jose, un disfrute vuestra página, gracias por las letras.
ResponderEliminarUn abrazo
Piedra
Viendo lo que estáis pasando por ahí en el sur la verdad es que no tengo vergüenza por quejarme de la lluvia de por aquí y de los fines de semana "perdidos" por culpa del líquido elemento... Así que mejor será agradecer que no nos falte el agua, que si dios quiere los días de montaña los tendremos para aburrir, y si encima los podemos disfrutar con un campo verde pues muchísimo mejor.
ResponderEliminarUn saludo desde tierras leonesas.