Hace años dejé escrito
que “la belleza hay que conquistarla”,
pero estos días en Pacanda es muy fácil alcanzarla. Las pomaradas florecen por
doquier y cuesta decidir qué prado está
en su máximo esplendor.
Las flores blancas y tan numerosas
en el mismo árbol nos traen recuerdos de
otras arboledas floridas: los almendros
de Málaga en enero, los cerezos extremeños en primavera, los rododendros en flor de los canutos en la
sierra del Aljibe o las ceibas en noviembre. No vale comparar y menos tener que
elegir dónde está la arboleda más bella, hoy me quedo con los manzanos de
Pacanda, humildes, sencillos y tan
bellos.
No me extraña que vayas de añoranza en añoranza.
ResponderEliminarBella muy bella esa Pacanda.
disfrútala Miguel.
besos
Mmmmmm, qué bonito. Pillaste la mariposa...:)
ResponderEliminarMás que conquistarla, hay que mirarla, mirar y mirar...el silencio de las fotografías en blanco y negro es realmente hermoso, un abrazo
ResponderEliminarApárteme un cuarto kg de manzanas y medio litro de sidra...
ResponderEliminarEstupendas imagenes, la has conquistado a la belleza en Pacanda, la tuya.
ResponderEliminarY gracias por acercarla a tu ventana para que los otros podamos verla.
Saludos y buen fin de semana.
¡Qué deleite para el espíritu en estos tiempos tan complicados y extraños! Gracias, Miguel, por abrir esas ventanas por donde la belleza rebosa y penetra en nuestra retinas, empapándonos de lo sencillo y hermoso que nos rodea y que no siempre sabemos ver.
ResponderEliminarLas fotos... una maravilla.
Gracias. Unha aperta desde aquí al lado.
Hola!!!! Miguel, tus fotos son sorprendentes, pero tus palabras llegan al alma...
ResponderEliminarVos lo dijiste. ;-)
Analía de Argentina
Saludos a Mary
Las fotos han quedado estupendas.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
La primavera rebosa esplendor por esa tierra, según parece. Esos manzanos en flor son promesa de manzanas y sidra.
ResponderEliminarSalu2
Acabo de coronar la belleza entrando en tu espacio y disfrutando de las fotografías.
ResponderEliminarUn saludo.
...menuda belleza!
ResponderEliminarQue tengas una excelente semana.
Un abrazo.
Ramón
Una hermosa primavera fluye en tus postales de los manzanos en flor de Pacanda. Qué belleza. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Pero qué bonito!
ResponderEliminarEsas flores me han llenado de naturaleza!!!!Saludos
ResponderEliminarHas conseguido que Pacanda pase a formar parte de mis lugares reales/fantasía, Miguel. Vivo esa tierra como si fuese un cuento de verdades y una verdad fantasiosa, y a ratos, me siento de Pacanda, aunque sea de a pokito.
ResponderEliminarUn abrazo con tierra y agua.
-chus-
¡¡ PACANDA ¡! Ya conozco PACANDA y sus cuatro puntos cardinales.
ResponderEliminarPACANDA limita al sur con el Almendrón, el puerto de la Ventosilla, la pineda de la Resinera y la gran PIEDRA verde. Al norte con el rumor de los campanos, la nieve de las arboledas floridas y la ensenada de Barru, donde reposan tranquilas las quimeras del pasado, navegando en bajel de piedra y tiempo detenido. Y en esa frontera norte, recorrida de levante a poniente, farallones de vértigo y mareas que bombean su potencia en búsqueda de no sé qué cielos.
Y allá, en Pacanda, en el centro de la rosa de los vientos, reside la capacidad de asombro por lo diminuto, la emoción contenida que sugieren los senderos, o la ternura que produce la presencia del amigo.
Yo he estado en Pacanda
Juan Miguel
Esmeralda, Francesca, Esmeralda Torres, Pitufina, Beatriz, Mafalda, Analia, Antonio, Juan Carlos, Oréadas, Anrafera, Olegario, Chiqui, Jhony,Chus, Juanmi: Amigos de toda la vida, amigos no tan virtuales, amigos de ayer, amigos del alma; a todos muchas gracias por vuestras palabras tan cariñosas para mis letras y fotos.
ResponderEliminarAbrazos y expresiones
Piedra