Hoy hemos dado un paseo en
tierras de Pacanda, por la ribera del Calabres, entre prados recién segados, y
otros tapizados por las flores amarillas del Taraxacum officinale (diente de
león o meacamas), que como podéis
deducir, tiene un gran poder diurético y no llegamos a probar para poder dormir
tranquilos.
Del diente de león,
comestible, se pueden consumir sus hojas o sus flores, en infinidad de recetas:
tanto crudo, en ensaladas, como rebozados o en infusiones. Siempre me dijeron
que tienen más vitamina e hierro que las espinacas, pero como los encuentro
algo amargos nunca llegué a cocinarlos.
Al levantar la vista de las
flores, destaca a lo lejos la mole del Benzúa , con las cumbres gemelas de
Rales, que dan un matiz oriental a todo el paisaje.
Hace años subíamos al Benzúa,
con ocasión de la fiesta grande de Los Carriles, cuando se organizaba su
ascenso, en una competición que siempre ganaba el guarda de los Picos de
Europa, acostumbrado a trepar por esos riscos. A lo más que llegó nuestra
pandilla, fue al puesto de juez de cumbre, que ejerció con gran maestría
nuestro amigo Delfín.
He querido subir la foto del
carbonero, para compartir con vosotros los desvelos de mis días. Tengo dos
nidos ocupados por sendas parejas de pájaros carboneros y no sé muy bien a
quien de las dos dedicar mi atención para olvidar a la prima de Rajoy.
Miguel, como siempre, las fotos magníficas. Espero que hayas podido olvidar a la prima de Rajoy e incluso al mismo Rajoy.
ResponderEliminarMuchos besos
Qué caminos más especiales. Me encanta especialmente la primera y la del árbol de hoja roja.
ResponderEliminarCuánto tiempo sin aparecer por tu casa Piedra, no sabes la falta que me hace contemplar tus paisajes.
ResponderEliminarAhora ya estoy un poco más libre, así que por aquí me pasaré más a menudo.
Hola Miguel...
ResponderEliminarQué buena pinta tienen esos caminos de Pacanda... y ese pico... umm... habrá que acabar subiéndolo aunque no sea en romería jajaja.
Un abrazo y que los políticos arreglen todo lo que tienen que arreglar... nosotros a seguir disfrutando de la naturaleza y a intentar seguir ganándonos el pan, es lo que nos queda.
Magníficas todas. tu Pacanda es un paraiso.
ResponderEliminaren mi jardí tengo diente de león y a parte de secar las hojas las cojo para ensalada ese sabor amarguillo me encanta.
Un beso y disfruta
Bella tierra, preciosas fotografías.
ResponderEliminarGracias Miguel por acercarnos estos lugares.
Un abrazo.
Ramón
Pero Miguel, cuánto verdor!
ResponderEliminares de una intensidad que intoxica tanto en forma como en reflejo. Estas fotos tienen los elementos naturales que más me enamoran, frondas reflejadas, montañas desafiantes, dientes de león (no sabía que fuesen comestibles) y ese pajarillo solitario. Sin olvidar el cielo.
Saludos y bonita semana.
¡Cuánto celebro que te guste tanto caminar! Una ventana al goce natural, a la calma, al verdor...
ResponderEliminarPreciosas esas montañas y ese camino repleto de pequeños seres que admirar.
Un abrazo.
Que sensación más bonita y relajante la de pasear por plena naturaleza.
ResponderEliminarUn besito, preciosas fotografías.
Muy bellos rincones que bien merecen ser tratados como bien lo has echo con estas hermosas imagenes, todo un deleite visual, un abrazo Miguel.
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