Arcos,
por su propio enclave geográfico ha constituido en todos los tiempos un lugar
estratégico. El nombre de Arx-Arcis (fortaleza en altura) proviene de su
fundación romana, época en la que aparece como asentamiento "coloniae
Arcensium".
Durante la época musulmana su denominación es
Arkos, emergiendo como verdadera ciudad próspera y floreciente. En la época del
Emirato dependiente de Damasco (711-757) perteneció a la "Cora" de Sidonia. Llegó a
convertirse en el siglo XI, en un pequeño reino de Taifa bajo el dominio de Ben
Jazrum, rey de origen beréber
En
1255 y en 1264, el rey Alfonso X
tomó la ciudad para Castilla, siendo cedida al Infante Don Enrique, aunque
volvió a manos reales debido a su carácter fronterizo.
En
1408 el rey pone la ciudad en manos de su privado Ruy López Dávalos, para
otorgarla a los Ponce de León en 1440, Duques de Arcos, hasta bien entrado el
siglo XVIII, alcanzando su cenit entre los siglo XV y XVII. En el siglo XV se fundaron los
Hospicios de los Franciscanos Descalzos y otro próximo a la Iglesia de San
Pedro. El Ayuntamiento es trasladado a la Plaza del Castillo. La cárcel se
traslada a una casa donde se construirá más tarde el Convento de Mercedarias Descalzas. En la Plaza
del Castillo se situaron la alhóndiga y a su espalda la casa matadero.
A
partir del siglo XVI se inicia la construcción del Convento de San Francisco
(1510), el de religiosas de San Juan de Letrán (1539), el Hospital de San Roque
y el de San Pedro. Igualmente se inicia la construcción de un nuevo matadero
fuera de la Puerta de Jerez. En 1706, Felipe V
le concede el título de Noble y Fidelísima. El terremoto de Lisboa
de 1755, cambió su fisonomía, afectando a las
Iglesias de Santa María, San Pedro y San Agustín, hundiéndose el muro norte del
Castillo, que al caer al foso y enterrarlo, dio origen a la calle Nueva.
Durante
el siglo XVIII, la ciudad se desarrolla definitivamente fuera del recinto
amurallado, surgiendo tres enclaves: el barrio de la Corredera, el de más
calidad, con las residencias de la burguesía, Hospital de San Juan de Dios,
Pósito de Carlos III, Mesón del Duque e Iglesia de San Miguel; el barrio de San
Francisco, en torno a la Iglesia de los Franciscanos del siglo XVI, en la que
destaca la Capilla de las Aguas; y el barrio Bajo, cuyo origen puede estar en
un asentamiento morisco en el actual barrio de Cómpeta.
En
el siglo XIX, además de la epidemia de fiebre amarilla y el paso de los franceses, que
causaron daños en el Castillo y la Plaza, el hecho más importante para el
patrimonio de Arcos es la desamortización de Mendizábal.
En
el siglo XX mejora la calidad de vida y se produce un desarrollo del sector
turístico, siendo en el período 1950-70 cuando se produce el mayor crecimiento
de la ciudad.
En
el siglo XXI se ha convertido en la entrada de la Ruta de
los Pueblos Blancos y Conjunto
Histórico-Artístico. Junto con sus magníficos paisajes, la
hacen destino turístico de primer orden en la provincia de Cádiz,
lo que constituye su principal fuente de ingresos.2
El fin de semana en el que visité, este pueblo recuerdo que sus calles estaban llenas de visitantes que recorrían el pueblo.
ResponderEliminarLos miradores que encuentras a tu paso son fantásticos.
Besos
http://ventanadefoto.blogspot.com.es/
Hace un par de años estuve en este precioso pueblo...me encantó!
ResponderEliminarBonitas tomas. Un abrazo.
Ramón