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El señor obispo podía mirar y ver, sin necesidad de
aparentar leer el breviario para camuflar sus intenciones.
Las celosías ya se usaban en la edad media peninsular para
tranquilidad de cenobios y conventos, pero la maestría en el trabajo de la
madera culmina en el virreinato de las colonias americanas, que heredan el buen
hacer mudéjar y lo engrandecen.
El uso de la madera de cedro se mantiene durante la
república y a pesar de los terremotos, como el de 1687, se sigue con la tradición
de los balcones.
Cuando no se es obispo, la plata no llega para trabajar el
cedro y se recurre al humilde visillo para protegerse de miradas inquisitoriales.
Los balcones siguen siendo bellos y dan carácter a la ciudad de Lima.
Tal carácter, que junto a su patrimonio arquitectónico, han
dado al centro de Lima el galardón de Patrimonio de la Humanidad, concedido por
la Unesco gracias al plan de recuperación del centro histórico de los años
1996-1998, cuando la Municipalidad invitó a las instituciones a “adoptar” un
balcón, para costear su conservación y restauración.
Más información en: http://es.wikipedia.org/wiki/Balcones_de_Lima
Texto y fotografías de Miguel Bueno
Qué astuto el señor obispo, Piedra. Y qué bellas tus fotografías.
ResponderEliminarCómo me gustaría estar allí y en una de esas ventanas poder mirar sin ser vista.
Una verdadera maravilla, sobre todo la fachada barroca.
ResponderEliminarMirar sin ser vistos!!
ResponderEliminarUna buena colección de instantáneas Miguel.
Un viaje de ensueño has hecho.
Un gran abrazo ... ya falta poquito para ir a tu paraíso.
Qué preciosidad de balcones limeños nos presentas en tus siempre maravillosas fotografías. Recónditos, tallados, sublimes,decorados, y un largo etcétera
ResponderEliminarlos acompaña. Felicidades y un fuerte abrazo.
Hola amigo...
ResponderEliminarDespués de varias semanas alejado del mundo blog por fin puedo meterme en los blogs de los amigos y poder ver y leer las maravillas que seguís poniendo en ellos...
He visto tus últimas entradas sobre Perú y me han parecido una maravilla... no conozco sudamérica y en concreto Perú, pero con las entradas que has puesto me han entrado ganas de conocerla... a la vez tan cerca pero tan lejos.
Un saludo y hasta pronto, amigo.
Tecla, Domingo, Esmeralda, Olegario, amigo gordonés. Muchas gracias por vuestras palabras, siempre tan amables con mis cosas.
ResponderEliminarAbrazos
Piedra
Mucha luz en tus imagenes, seguro que estando allí el sol parecía exclusivo.
ResponderEliminarSaludos.