Duele Asturias.
Permitidme un desahogo.
Es necesario alcanzar un
equilibrio. No puede ser que cada vez que llegue el viento sur, arda Asturias
por los cuatro costados. Asturias puede dar de comer a todos sus hijos.
Proponemos una serie de
puntos, con el único fin de aportar algunas ideas y como decíamos en el título,
servir de desahogo ante el sentimiento de ver Asturias incendiada.
1.- De acuerdo con las
asociaciones de ganaderos, se realizará
un inventario de los terrenos aprovechados para pasto.
2.- Si un terreno no ha sido
utilizado para pasto en los últimos cinco años, se considerará de aprovechamiento forestal.
3.- Montar una red de viveros
forestales en concertación con la iniciativa privada.
4.- Realizar un plan de
repoblación forestal en 20 años de los terrenos con esa vocación.
5.- Un terreno que haya sido
pasto de las llamas, en “incendios provocados” no podrá aprovecharse ni como
ganadero ni como urbanizable en 30 años.
6.-De acuerdo con las
asociaciones de ganaderos, se podrán realizar rozas e incendios controlados en
los terrenos que aprovechen. Cuando las condiciones lo permitan, nunca con
viento.
Sabemos que salir del
“monocultivo” de las Casinas es difícil, hace falta una gran labor cultural,
por ejemplo reivindicar la presencia del matorral como una etapa en la sucesión
natural de la vegetación antes de alcanzar el equilibrio con el bosque.
No nos sirve aquello de que
nuestros antepasados nos enseñaron a gestionar el monte. Asturias siempre fue
tierra de emigración, no pudo dar de comer a todos sus hijos. Ahora proponemos
diversificar las explotaciones agrarias, potenciando los recursos forestales.
No deseamos que ocurra con
las Casinas, lo mismo que ha ocurrido con las “pintas”.
Obligaron a los productores
de leche a invertir en sus explotaciones: ordeño mecánico, equipo de
refrigeración, control de grasa, compra de “cuota lechera” etc. para dejarlos
más tarde colgados, con la excusa de que lo pedía Europa. Abandonando al
pequeño ganadero en beneficio de las grandes centrales. Todo lo contrario de lo
que se hace por ejemplo en Canadá, de apoyo a los pequeños productores.
No queremos a nuestros
pueblos, semidesiertos, esperando a que
venga el turista de turno de “higos a brevas” a tomar un café o un culín de
sidra, para cantar aquello de “qué bello era mi valle”.
Recordamos a nuestro amigo
“Dorilu” recorriendo los pueblos del concejo de Llanes como churrero, cuando
clamaba a todos los vientos “socialistas de oficinas y chaleses que nos vendéis
más cara el agua que la leche”.
Muchos lo tomábamos en serio
y nunca nos reímos de sus mítines.
Queremos que Asturias pueda
producir su leche, por lo menos para sus queserías y no tenga que ser leche
foránea la que fabrique sus quesos, como ocurre, muchas veces, en la
actualidad.
Deseamos que puedan seguir
las explotaciones ganaderas para carne, aunque está ya asegurada la presencia
de nuestra raza autóctona y tengan que luchar contra los “falsos positivos” y
el estricto control ecológico.
En fin, soñamos con dar vida
a la Asturias rural, mediante las explotaciones forestales y ganaderas.
Los problemas de la
agricultura y la gran estacionalidad del turismo, en los pueblos que lo tienen,
sería otro cantar.
Muy agradecido
Miguel Bueno.
Fotografía 1 Valle lago,
Somiedo. M. Bueno
Fotografía 2 Buscando la
sombra, Piedra, Llanes. M. Bueno
Sabemos que es necesaria una gran labor cultural, no se puede hacer nada si el apoyo de los vecinos.
ResponderEliminarA mi también me duele Asturias, tanta lluvia y tanto verdor no puede ser abrasado por el fuego.
ResponderEliminarNo lo puedo aceptar.
...si que duele y mucho!
ResponderEliminarComparto tu exposición.
Que tengas unas felices fiestas.
Un abrazo.
Feliz Navidad!
Ramón
Duele Asturias, duele Cantabria, duele España...
Duele la ausencia de políticas eficaces que acaben de una vez por todas con los incendios y los incendiarios.
Aplaudo tu iniciativa. Es importante que nadie obtenga réditos de los incendios.
Un abrazo x2
· LMA · & · CR ·