Cómo describir en unas líneas
la historia, la belleza y el futuro de la villa, capital del concejo de Valdés.
Desde la rasa de Villar,
salpicado de casas de indianos casi todas de finales del XIX o principios del
siglo XX, donde hemos querido destacar “Villa Carmen” la casa familiar de
nuestro admirado Severo Ochoa, que a
pesar de todas las vicisitudes de su vida, siempre volvía en verano a su casa
de Luarca, ya desde Málaga en sus años de bachillerato, de Madrid en su carrera
de medicina o desde Estados Unidos en su trabajo de gran investigador científico
que le dio el premio Nobel.
Si nos permitís, queremos
señalar que tuvimos la suerte de recibir una clase magistral sobre virus
bacteriófagos, siendo ya premio Nobel y nos sorprendió la claridad y sencillez
con que conseguía trasmitir los últimos descubrimientos científicos.
Como decíamos, desde la
plataforma submarina, hoy elevada de Villar, se va descolgando el caserío blanco
sobre el puerto que parece de juguete, pero tuvo un gran comercio con las
colonias americanas , con todo tipo de mercancías de ultramar, sin menospreciar
el comercio de esclavos, que llevó a llenar
de casonas de indianos el pueblo.
Todo emigrante rico que
volvía a su pueblo además de hacer obras para perpetuar su memoria : traída de
agua, escuelas, asilos etc. se construía
una gran casa familiar para orgullo de todos.
Toda la mañana estuvimos
recorriendo una pequeñísima parte de los jardines de la Fonte Baixa, de 20 hectáreas, propiedad de José Rivera
Larraya, socio fundador de Panrico, que hace 21 años se propuso crear un gran
jardín, comprando una a una las fincas y trayendo especies arbóreas y arbustivas de medio mundo. No podemos
señalar las más de 500 especies vegetales del jardín, si indicar que a
principios de primavera las miles de camelias en flor, de colores y tamaños
distintos lo hacen único, aunque el
jardín necesita varias visitas al año, para disfrutar de su belleza en otoño, en
invierno o en verano.
Queremos señalar que en
Luarca todas las techumbres son de pizarra, incluso de los hórreos. Sólo hemos
encontrado uno con tejado de tejas y dos falos levantados al cielo, pidiendo la fecundación de la tierra.
Qué belleza de imágenes, Piedra. Auténticas postales en vivo y en directo.
ResponderEliminarBenditos sean tus ojos que las miran de cerca.
Me he llevado parte de tus imágenes para enviárselas a un amigo del blog que colecciona ventanas.
ResponderEliminarEl blog se llama: MIS QUERIDAS VENTANAS. No sé si las pondrá.
Un beso.
Como siempre, lo que ya es un reportaje fotográfico soberbio, ilustras tus imágenes con una cuidada documentación.
No sabía nada de Luarca, pese a haber estado allí muchas veces, y estar enamorado de su cementerio... de sus vistas quiero decir.
Cuando pase por allí, alguna vez, recordaré este post.
abrazos MyM
· LMA · & · CR ·
Soco, un honor que uses mis fotografías. Gracias por los piropos.
ResponderEliminarExpresiones.
Piedra
Ñoco, cuando te animes nos vamos a Luarca, pero en el FEVE, a patita como tu acostumbras, se hace ya largo el camino.
ResponderEliminarGracias y un montón de expresiones.
Piedra