13 octubre 2010

Armando Noriega




Metido ya en los 47, Armando Noriega Buendía dejó de ser Armando Noriega.
Días antes de cumplir los 47 años, recibió una notificación del juez de distrito, anunciándole que desde el día de la fecha, 28 de diciembre de 1968, se llamaría Armando López del Huerto Noriega por reconocimiento “In articulo mortis” de su verdadero padre D. Severiano López del Huerto.
Armando, con la notificación del juzgado, no sólo perdió su nombre, perdió muchas cosas más: perdió la tartamudez que le había acompañado desde niño; perdió la timidez que le duraba desde la adolescencia; perdió la virginidad, que había guardado como un tesoro, y lo más importante perdió la Fe, y lo que son las cosas, al perder tanto, la ganancia fue tan grande, que se convirtió de pronto en un hombre hecho y derecho.
Todos los días daba gracias a D. Severiano (q. e. p. d.) por poder hablar de seguido, mirar a los ojos de la gente sin tener que bajar la cabeza, acostarse con su novia, y sobretodo, no creer en eso de los curas.
Le dolía haber mareado la perdiz tanto tiempo con la novia. Ahora, desde que lo hicieran un hombre, todos los miércoles de 6 a 8, mientras su madre iba al yoga, le echaba un polvo a la novia y le duraba el gusto toda la semana. Esa era otra vida.
De todas las cosas que había ganado, lo que más agradecía, era haber perdido la Fe, eso de dormir a pierna suelta, sin temor al fuego eterno junto a los compañeros de Satanás, le supuso tal liberación, que diariamente se lo agradecía a su padre terrenal, a quién no tuvo el gusto de conocer y pensaba que estaría en su santa gloria, después de haberlo curado del baldón de ser “hijo natural”, que había soportado toda la vida.

Texto y foto de Piedra

5 comentarios:

calata dijo...

genial, andar por la vida a veces tiene estas cosas, recordaremos las buenas, siempre.

saludos

coquinas dijo...

Y es que realmente hay palabras que pesan lo suyo.

Saludos

Sara dijo...

Que gozada de relato y de imagen....
...cuando uno ya nunca vuelve a ser el que era...pero a cambio, empieza a ser otro....con esa esencia ganada de experiencias ¿adquiridas? jejejeje.
¿Ya estás en Pacanda por lo que veo? Nosotros allí estaremos el puente de los santos, ya cuento los días....a ver si en esta ocasión ya puedo darte un abrazotedecisivo en persona.
Muacksssssss

Rafa pabernosmatao dijo...

Jajajaja. Tan bueno como divertido. Te has superado Miguelito!!!

Ernesto dijo...

Relato genial, desde el principio (la fecha de la notificación, ¡vaya broma!) hasta el final; sin dejar claro si Armando reprochaba a Severiano haber tardado tanto tiempo en "liberarlo" de tantos prejuicios (en la Santa Gloria podría haber estado desde unos añitos antes), o el agradecimento se imponía (más vale tarde que nunca).

Excelente, Migué.