28 octubre 2010

Cae la tarde




Despacio cae la tarde
en silencio
como cartuja sin monjes
tan muda.
Las sombras, veloces
caballos sin freno
cubren el prado
tan verde.
El último rayo de sol
acaricia los manzanos
tan dulces.
La brisa detiene
el aire en calma
tan suave.
El encinar se hace oscuro
tan negro.
Muere el día
nace la noche
tan callada.

Texto y fotografía de Piedra

9 comentarios:

Mª Angeles B. dijo...

Que bien escribes, nos deleitas, es preciosa.

Besos

Calma en días de tormenta (Darilea) dijo...

Deliciosa tarde la que describes.
Un beso

Unknown dijo...

Como se puede aplaudir con palabras ??
Palabras muy hermosas y ciertas. Una descripción perfecta de muchos atardeceres por el monte.
Un saludo.

seva dijo...

Hola Miguel; gracias por tu comentario, una imagen preciosa con una luz puntual muy acertada me gustan mucho tus tomas y queria seguir tu blog pero noencuentro el sitio para hacerlo, un cordial saludo desde Reinosa.

alfonso dijo...


La caída de la tarde nos ofrece las luces que nos enseñas y las hermosas palabras con las que las acompañas.

La altura nos dejará ver el color del mar, que no... lo que soporta el campanario, que tratar de cegar el discernimiento.

Saludos

CR & LMA
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Rafa pabernosmatao dijo...

Me ha encantado, Maestro. Te sigues superando. Me has tenido sentado en tu porche, a tu lado, mientras lo leía.
Expresiones fuertes.

EVa dijo...

Como si fueses Piedra de este paraje, conoces sus transitares, su forma de proceder, sus mutaciones, su Ser sin cadenas que sólo sucede.
El poema tiene una cadencia muy sugestiva, los "tan" son una clave que cumple muy bien su cometido.
Un saludo fraterno desde el confín austral!

Anónimo dijo...

Miguel, de nuevo en nuestra casa, Sara y yo, ambos hemos tenido la suerte de conocerte a tí, y a una parte de tu familia, todos muy amables con nosotros, tu poema he tenido la suerte de leerlo en tu casa y ya allí te dije que me gustaba, y ahora lo confirmo.
Gracias por vuestra hospitalidad y cercania.
Un fuerte abrazo para tí y un beso para esa estupenda mujer Mari.

Sara dijo...

Miguelllllllllll, casi, casi te comento esta entrada desde tu casita y desde tu portátil jajajaja.
Es un lujazo de entrada, de poema y poder disfrutarlo tan cerquita tuyo, y parte de tus seres queridos....a ti si que te visitan esas musas desde ese lugar privilegiado que tienes para escribir.Desde allí lo escribiste, allí te inspiraste y desde allí nos lo regalas.
Mil gracias por compartir con mi poeta y conmigo, ese trozito de esa tarde de finales de octubre en un lugar mágico para mi...fue sin duda un momentodecisivo estar en vuestra compañía.
Abrazotedecisivo gran persona, y un besín muy grande a esa andaluza guapa de tu esposa Mari.
Muackssssssss a los dos, y disfrutar mucho de esa estancia en ese palacio, que compartis con esa piedra inmensa, esos pajaritos y esos corzos.
Mil gracias