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07 diciembre 2010
Al pairo.
Después de quedar al pairo, no tuvieron más remedio que arriar el velamen, el levante no entraba y los caminos de la mar eran tantos, que la travesía a remo no era recomendable.
La calma chicha duraba ya dos días y acordaron subir a Gibralfaro para otear mejor el horizonte. Vieron que ni por Calaburra cambiaba el color del cielo; ni una nube, ni una señal rojiza al sol poniente.
La singladura a la isla de Alborán, para avistar ballenas y cachalotes, tendría que retrasarse hasta que soplara viento, mientras tanto, darían un paseo por el parque de Málaga para ver las grandes ceibas en flor durante el mes de diciembre.
Fotografía de Piedra desde el castillo de Gibralfaro. Málaga
Que bonito lugar , es precioso como brilla todo ese mar.
ResponderEliminarbesos
Me encantan esos brillos en el agua. Bonita imagen, Miguel!!
ResponderEliminarCalma, paz, belleza... Hermosa fotografía!
ResponderEliminarCariños
ME GUSTAN LAS PALABRAS ACERTADAS CON ESTA BELLA FOTO. Y ESE INMESO MAR. HAS CAPTADO TODA LA ESENCIA.
ResponderEliminarUN ABRAZO.
Que bien te ha quedado la imagen. El mar con sus brillos y el barquito disfrutando del mismo. Muy ilídico.
ResponderEliminarSigue disfrutando de esos paisajes.
Un saludo.
esta imagen es de las que nunca te cansas de mirar, me encanta!!!
ResponderEliminar· Si la imágenes una maravilla, las letras no se quedan atrás.
· ¿donde andarán ahora, que el viento ha salido a recorrer el mar?
· Saludos
CR & LMA
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Gracias amigos, todo un honor que os gusten mis entradas.
ResponderEliminarExpresiones
Piedra.
¡¡¡Qué películas te montas amigo,jajaja!!! he disfrutado un montón de la foto y del texto. Que sigas con el viento a favor.
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