03 febrero 2012

Salinas de Cabo de Gata, Almería.


La albufera de Cabo de Gata ocupa una extensión de 400 hectáreas, separadas de la playa por una barrera de dunas, de tal forma que para la explotación de la sal se hacía bombear el agua, primero con molinos de viento y más reciente con motores eléctricos. Durante todo el siglo XX, las salinas movían tal producción de sal que tenían su propio embarcadero y astilleros donde construir las barcazas para su transporte.
Hoy la albufera es un privilegiado observatorio de aves, con varios miradores en su perímetro. En invierno destaca la gran colonia de flamencos que se alimentan en sus aguas. 
Os contaré que cuando acampaba con mis alumnos de bachiller, en el nacimiento del río Guadalhorce (Málaga), para estudiar sus ecosistemas, durante la noche oíamos gran clamor de aves que pasaban volando por encima de nuestras tiendas, no teníamos ni idea que podía originar tal jaleo, fue nuestro amigo Agustín Antúnez (q.e.p.d) , especialista  en aves de la Universidad de Málaga,  quién nos contó que cuando los flamencos que anidan en Fuentepiedra no tienen alimento suficiente para dar a sus crías, vuelan diariamente a Cabo de Gata para traerles la papilla.
La distancia entre ambas localidades es de 300 Km, aunque la ruta de los flamencos no llegase a los 600 Km. también tenían que superar la sierra de Las Cabras y lo hacían por el puerto de los Alazores, muy  cerca de donde acampábamos.
En la misma playa que sirve de barrera a la albufera, destaca el torreón de San Miguel, construido por Felipe II. Fue destruido por un terremoto en 1658 y se volvió a levantar en el siglo XVIII. En 1941 pasó a depender de la Guardia Civil y hoy está abandonado.
En la subida al faro de Cabo de Gata, recomiendo fijarse en el bello bosquete de palmitos, a sotavento de los vientos de levante. La Chamaedorea humilis es la única palmera  nativa de la península, aunque enana, tuvo infinidad de aplicaciones en la era anterior al plástico, sus hojas sirvieron para rellenar colchones, (las puntas de las palmas atravesaban la funda y en cada movimiento te pinchaban como agujas), fabricar sombreros, soplillos, escobas y con su pleita, hacer todo tipo de envases: ceretes para los higos, canastos, espuertas, cestos, etc.










10 comentarios:

Ada dijo...

Me encantan los faros!

Esmeralda dijo...

Bien!!!! buenas fotos y nuevos paisajes.
Miguel, metí la pata con el alumbre, una de composiciones químicas no entiende mucho. Será otra cosa la "piedra de alumbre" que yo comentaba.

Cerca de mi otro lugar está la Laguna de Gallocanta, el próximo noviembre si puedo quiero ir y volver a ver las grullas. Un espectáculo para no olvidar.

Un abrazo Miguel

La sonrisa de Hiperion dijo...

Estas fotos te quedaron espectaculares...

Saludos y un abrazo.

Mª Angeles B. dijo...

Que lugar mas bonito y que buen reportaje nos nuestras ....

Besos

seva dijo...

Bonito reportaje y bien documentado Miguel, un abrazo desde Reinosa.
En cuanto a la foto del faro, esta procesada por zonas (por asi decirlo) es por esa razon por la que destaca bastante sobre el cielo aparte de estar realizada de noche, un abrazo Miguel.

Mariluz dijo...

Qué bonita te quedó la última foto, con esa vista del faro. Preciosa!

alfonso dijo...


· Recuerdo la zona, especialmente, el lugar donde los flamencos teñían el cielo de nubes rosas.
Debiera volver ¿verdad? y ahora, con cámara.

· un abrazo

CR & LMA
________________________________
·

kai51 dijo...

La zona tiene que ser muy bonita además con los flamencos tiene que ser un espectáculo precioso.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Hola Miguel, podria usar una de tus fotos para un web? me das tu permiso? sería la última, la del faro de cabo de gata. la necesito urgente, si puedes contestar lo antes posible te lo agradecería.

mi correo: ignacio.pascual@alebat.com


gracias!

Luis Miguel dijo...

Recomendable lectura llena de Málaga paisaje y poesía para hacer un pequeño paréntesis en el frenesi en que andamos dia a dia o estamos instalados. Gracias, Miguel.
Un saludo