Volumen, luz, espacio. Líneas rectas que no tienen fin, curvas que
quedan abiertas. Juego de materiales que parecen quedar colgados del aire.
Catedral de la cultura.
Caminando por sus
entrañas podemos imaginar las
sensaciones de un peregrino del siglo XV al entrar en la catedral de León, y si
además lo rociaban de incienso, seguro que alaba a Dios por haber creado tal
maravilla.
Ahora, claro, aunque la
sensación sea parecida, a los que no creemos, nos sigue impactando la belleza.
No serán las vidrieras de las
ventanas góticas con esa luz matizada,
pero el espacio del Atrio, con esos amplios ventanales donde los edificios del
exterior parecen entrar al interior del museo, sobrecoge al visitante y lo
prepara para que acceda a las salas de exposición con otro estado de ánimo,
dispuesto a emocionarse ante cualquier obra de arte. Si además, el artista es Braque, estaremos en
trance un buen rato.
Es muy difícil hacer un
reportaje fotográfico de un edificio tan fotografiado. He intentado en mi
selección dar una idea de la belleza de sus líneas interiores, me parece que el
exterior es sobradamente conocido.
Espero que no os
desagrade. Gracias.
Enhorabuena camarada!!! Eres un ser afortunado. No sólo has podido ver y fotografiar el Guggenheim, sino que encima, te ha gustado!!! Tú has nasío pa esto...
ResponderEliminarCompadre, muy buenas fotos. Como museo, es más interesante el continente que el contenido.
ResponderEliminarQué edificio tan magnífico, y cada foto, un monumento! No sabría con cual quedarme. Gracias por este mágico paseo!!
ResponderEliminarRafa, tú si que eres un tio apañao. Ganas ya de que lleves a buscar setas.
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Piedra
Compadre, todo un honor volver a verte por esta, tu casa.
ResponderEliminarGracias por el piropo.
Expresiones
Piedra
Mi Carmen, siempre tan atenta con mis trabajos. Bicos.
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Piedra
No he visto el museo aunque arquitectónicamente me encanta ....tu has elegido unos detalles fenomenales..
ResponderEliminarpreciosas fotos Miguel.
Abrazos
Me considero afortunada por tener esta maravilla de la arquitectura tan cerca y poderla disfrutar de vez en cuando, en días estupendos y soleados (como éstos de septiembre) o en los abundantes días grises que tenemos durante el año. Es un edificio que por muy visto que se tenga nunca deja de sorprender. Me encantan las fotografías que has seleccionado Miguel, nos muestran una visión menos habitual pero también hermosa y sorprendente.
ResponderEliminarSaludos.
espero que algún día pueda visitarlo, mientras tanto me conformo con ver tu magnífico reportaje.
ResponderEliminarBesos
Muy buenas fotos Miguel , gracias por compartirlas
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