Hace 200 millones de años,
durante el periodo Triásico de la era Mesozoica (secundaria) , el único
continente Pangea comienza a dividirse y la actual España se situaría en el
margen continental que rodeaba el mar Tethys, bajo un clima cálido y árido, más
cerca del Ecuador que en la actualidad.
En este ambiente de margen
continental con plataformas someras inundadas por el mar, se depositan las
facies germano- andaluz del Keuper, con arcillas abigarradas (diferentes
colores), margas y abundantes evaporitas (sal común y yesos), junto a calizas
oquerosas “carniolas” e intrusiones de rocas volcánicas “ofitas”.
Estas sales, en nuestro caso
de Álava, quedaron enterradas a 2400 m. de profundidad por depósitos
posteriores de diferentes materiales. Pero como ocurre con el aceite que queda
bajo el agua, la sal , de menor densidad, asciende formando “domos” (colinas )
o llegando a perforar los materiales suprayacentes para emerger a la superficie
en forma de diapiro.
En el caso del valle de Añana,
donde un gran diapiro salino sale a la superficie, solo nos queda que las aguas
de lluvia se infiltren en el terreno y después de disolver la sales emerjan en
diferentes manantiales salados.
La particularidad del valle
salado de Añana es que al ser muy
estrecho y de gran desnivel, las terrazas de evaporación se han construido
sobre plataformas elevadas con pilones de madera, aprovechando las “carniolas”
y en algún caso las “ofitas” para los muros de contención.
El costo de este modelo
artesanal de explotación es tan elevado,
que no sería posible hacerlo en la actualidad si los grandes cocineros “Michelín” no hubiesen puesto de moda el uso de la
escama de sal. En realidad no tiene un
sabor diferente, solo es sal - cloruro sódico -, pero sí, la textura en escama da una sensación distinta
en boca.
Qué lugar tan peculiar, y bonito, con las casas asomadas a las salinas. Me gusta lo que nos cuentas, les tendré algo menos de manía a los snobs culinarios luego de saber esto de las escamas. Gracias por todo!
ResponderEliminarPrecioso sitio Papa, se lo leeré a tu nieto y me dará para explicar mucho. No te importa que sitúe a los dinosaurios en la pangea para que no pierda el hilo. Besos.
ResponderEliminarOzú océ!!!
ResponderEliminarLa combinación de un magnífico fotógrafo y un sabio geólogo no puede ser mejor para mostrar y realzar el interés de las salinas de Añana. Gracias
ResponderEliminarCarmen, seguro que disfrutas con tus escamas de sal.
ResponderEliminarAbrazos
Piedra
Gracias Enrique. Besos para ti y los tuyos.
ResponderEliminarPapá.
Gracias Rafa, había olvidado que durante mucho tiempo fui "océ".
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Piedra
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ResponderEliminarGracias a ti, Martín, por tus cariñosas palabras.
ResponderEliminarAbrazos y expresiones.
Piedra
Siempre alucino con tus explicaciones tan didácticas... he visitado alguna salina pero como estas fotos que nos traes hoy ... nada .... son una pasada.
ResponderEliminarMe ha encantado tu post.
Aprovéchate de Pacanda que ya te queda menos ...
Abrazos
ResponderEliminarEs una explicación profunda y bien documentada la tuya, que me deja un tanto alucinada.
Me gustaría probar esas escamas de sal de que me hablas como si me estuviera tragando las profundidades más hondas del Tiempo y de la Tierra. La quintaesencia de la Vida.
Todos tus post me gustan muchísimo.
ResponderEliminarGracias Esmeralda. No puedo quejarme, mi vida como docente me dió muchas alegrias y hoy mis mejores amigos son mis antiguos alumnos.
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Piedra
Gracias Tecla.
ResponderEliminarYa he contado que es muy fácil conseguir escamas de sal: dejas evaporar una sal muera en una vasija poco profunda, moviendo de día en día y te ahorras un dinero.
Expresiones
Piedra