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01 marzo 2011
Desde tierra
Tuvo envidia de la nube y se elevó, se elevó, hasta tocarla.
El navío estaba mareado, como ebrio, de tantas velas en el ir y venir al socaire del viento, quería seguir su ritmo, sin advertir que era ya mayor para tanta travesura.
El paisano en tierra, no sabía donde mirar, si a la nube que cambiaba de forma en cosa de segundos, si a la vela que quería llegar a ella y giraba, giraba medio loca, unas veces sobre el agua, otras sobre la arena, o a los surfistas veloces como la brisa, galopando, más que corriendo sobre la superficie del mar.
Al fin, el paisano buscó el asiento en un banco, al sol de primavera, y se dejó llevar por el ritmo de las olas que alcanzaban sin fuerza la playa, mientras las velas seguían jugando con el barco.
Yo también quierooooooooooooo.
ResponderEliminarMi abrazotedecisivo desde tierra también, bien tierra adentro... aunque sienta el mar cerquita mio.
Muy bonito jugueteo!!!
ResponderEliminarEse cielo parece pintado de velas.
Besos
Me gusta la historia que te ha sugerido la contemplación de esta imagen!!...
ResponderEliminarMuy bien vista!!
Un abrazo.
bien contado, bien fotografiado,
ResponderEliminarno te has dejado nada!!!!
lo he sentido como si estuviera allí, gracias Miguel!!!
Bonita combinación gracias por compartirla.
ResponderEliminarSaludines utópicos, Irma.-
No se culpe al paisano, desde su banco lo ve todo...sin perderse la carrera de los zurfistas, apasionante verlos.
ResponderEliminarMe salió lo vauyeour.
Un abrazo
Excelente captura, muy visual, con una luz y tonalidad estupenda...buena la narración con la que la acompañas. Enhorabuena. Saludos.
ResponderEliminarRamón
Y ahora... ¡¡¡ decorador de nubes!!!
ResponderEliminarExpresiones.