A primeros de marzo, se inicia el alborear de la primavera en Pacanda.
Los amentos de los sauces son los primeros en dar un toque de color a la desnudez del invierno en la orilla del arroyo.
Los piescos recortan la silueta de la montaña anunciando que ya se fueron las nieves, y los magnolios con su fuerza sacada del interior de la tierra, estallan en una inflorescencia tan llamativa como baldía, saben que su esplendor es efímero y al final no fuese nada, ni un fruto, ni una vana semilla que llevarse a la mesa.
Que maravilla Miguel . Que hermosura es el preludio de la primavera . Ya esta todo a punto para es "explosion" de vida.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Qué alegria me transmiten tus imágenes, por el anuncio de la primavera y por contemplar esos primeros brotes de vida en las ramas!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Que bonito!
ResponderEliminarNos hace falta, despues del largo invierno que la primavera explote en colorido.
Besos
· La explosión de la primavera, aunque anual, siempre nos sorprende y alegra.
Sobre esa música "allende de los mares" que citas en tu comentario, creo que debieras visitar el post 442 en La Mirada Ausente. Ahí está la explicación.
· un abrazo
CR & LMA
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Qué diferencia entre Asturias y León, vas en pleno invierno y te encuentras flores, avispas y mariposas. Sin embargo aquí, aún nos faltan semanas para empezar a saborear la primavera.
ResponderEliminarPreciosas fotos, Miguel, ideales para ir abriendo boca.
Un abrazo!