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14 mayo 2008

Anica "La duquesa"



No era como otras veces. Esta vez se había ido sin avisar. No dijo ni: “me voy”. Aunque es cierto que tenía motivos; su hija, Carmela, se había “subido a la ventana” antes de tiempo y el cura no quería casarla si no era de madrugada.
Seguro que había cogido el tren a Madrid y quién sabe cuando volvería.
En casos como este, Anica echaba mano de sus dotes de espiritista y tras la puerta, con su pañuelo negro a la cabeza, convocaba a sus difuntos para que le informasen de las andanzas de su marido.

10 comentarios:

  1. Seguro que has ganado, se lo merece.
    Un abrazo, amigo Piedra.

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  2. Seguro que has ganado, se lo merece.
    Un abrazo, amigo Piedra.

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  3. Amigo Gore, de anónimo nada. Tales elogios sólo pueden ser tuyos.
    Un abrazo

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  4. Si estuvieran las ventanas más bajas...
    Saludos y suerte

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  5. me gustaría que fuese el inicio de una novela, a mi los microrrelatos me dejan muertecita de hambre.
    Besito

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  6. Amigo Sergio, las ventanas estaban altisimas y si encima se quedaban preñadas era toda una maldición. Tenían que casarse de madrugada y de color; visto desde hoy parece increible el poder de la Iglesia.
    Expresiones

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  7. Qué mas quisiera que fuese capaz de escribir una novela.
    Un abrazo querida White, ya nos vemos en casa de Nofret.

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  8. Querido Miguel:me ha calado Anica por ser "reina" y por tener coraje.
    Seguramente, si camino por las calles de Madrid, tal pueda descubrirla por su pañuelo negro o caminanado de mano con su marido"el andariego"
    Espero que desarrolles más este tema.
    Está muy bien planteado.
    Éxitos ...te lo mereces
    Un abrazo
    Susana

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  9. Querida Susana:gracias por los ánimos que me das, ya veremos si hay suerte.
    Un abrazo

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  10. Este relato ya lo conocía, lo tienes en algoparacontar?
    Bueno, lo importante es que encantó.
    Gladys

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