No paraba de mirar, preguntándose quién era ese tipo de barbas blancas con el cacharro tan raro pegado al ojo.
No tuve más remedio que contarle bajito, al oído, que andaba despistado buscando a un pariente perdido, y había llegado a meter las narices donde nadie me había llamado.
No se si me entendió, pero se despidió sacando la lengua, como burlándose de mí.
Que bonito y curioso animal.
ResponderEliminarbesos
Bichito bonito...y se atrevió a hacerte todo eso? jajajaja.
ResponderEliminarabrazotedecisivo a los dos...anda y a ese pariente nuestro también jejejeje.
que bicho más feo!!!
ResponderEliminarQué lindo y expresivo, parece sorprendido con lo que le has contado Miguel.
ResponderEliminarEncantadora toma.
Saludos.
Jeje... a ese lo conozco!!!
ResponderEliminarExpresiones