13 diciembre 2016

TIERRAS DE MARO. NERJA

¿Para qué soñar? Estamos en Maro.
Estos días primaverales de diciembre, hemos recorrido las tierras de Maro, desde la maravilla del mismo casco del pueblo, a la torre de Calaturcos o de Maro, para seguir por la antigua carretera costera N-340, hasta Cerro Gordo.
El pueblo está rodeado de feraces tierras, donde ahora mismo se están plantando las patatas extratempranas, que se criarán en pleno invierno, entre áloes, plátanos, aguacates, caña de azúcar, etc. e invernaderos donde se cultivan todo tipo de plantas aromáticas, hortalizas y flores comestibles.
Una vez visitada Calaturcos, disfrutando de su panorama, con Nerja como telón de fondo, volvemos a la vieja carretera y al descender la cuesta de Ana María, quedamos traspuestos con los perfiles del acantilado tras el río de La Miel. 
La carretera tiene infinidad de miradores, donde al bajar del coche, no sabes qué mirar, si las torres almenaras que bordean la costa o las calas de ensueño, que quedan escondidas, entre pinos y peñascos, al resto de mortales.
A veces un peñasco se baña directamente en el agua, como el peñón del Fraile. Nos avisa que frente a él, aún queda en pie los restos de la torre almenara del río de La Miel.  La que con sus dos cañoncitos de a cuatro de bronce, guardaba las aguadas del propio río.  Aún hoy, entrega sus aguas claras y trasparentes y en tal cantidad, que alguna vez, vimos a piaras de cabras, beber agua dulce dentro de la misma mar.
Como hemos dicho muchas veces, sierra Almijara tiene querencia de mar, y si siempre llevó con ella los pinos, palmitos, lavandas, alhucemas, tomillos y romeros hasta la misma orilla, ahora son las cabras monteses las que bajaron de sus cumbres y al ver tal maravilla, se han quedado a vivir en los acantilados. Les ha ocurrido lo que a mucha gente, una vez que llegaron a estas tierras, ya no desean salir de ella.

Durante muchos años caminando por sierra Almijara, solo oímos el silbido de alarma de las monteses, avisando que entraban intrusos en sus territorios, apenas se dejaban ver. Hoy, en los acantilados de Maro, al mismo borde de la carretera, podemos ver piaras de cabras monteses (Capra pyrenaica hispánica), pastando tranquilamente.  Al no ser perseguidas, se han acostumbrado a la presencia humana y  parecen orgullosas de posar ante las cámaras de los visitantes.

NO A LA BARBARIE DEL CAMPO DE GOLF EN LAS TIERRAS DE LABOR DE MARO.














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Cala del Pino

Salvajes y bellos fueron los días

Aquellos días de calas desiertas

Teníamos por manta las estrellas

El amanecer nos sorprendía

Dormido sobre tu pecho

A la orilla del mar

Entre pinos y lavandas

A romero olía tu pelo

Alhucema tu cara

Salada era tu piel

Y yo buscaba rincones de miel con canela.

Miguel Bueno, dic. 2016



Torre del Pino

Hoy subió al matacán, para otear el horizonte, por si un casual se acercara algún navío amigo.
Esta mañana, a la luz de la saetera de levante, vio como relucían las primeras canas entre su negra melena. Vino a caer en la cuenta de que los años se le pasaban en un sin sentir,  tan rápidos, como el agua corre tras la tormenta.
Ya casi no recuerda el sabor de unos labios.
Fue una noche de San Juan. No sabe ya de que década. Cuando Rodrigo, que había llegado con su nave, al cercano rio de La Miel, para hacer la aguada, vino a la fiesta que  organizaban los vecino del pago de La Marina. En un renuncio puso los labios en su boca, fue visto y no visto. La calentura le duró mucho tiempo, pero Rodrigo, muy poco. Lo mismo que vino, se marchó en la primera calma de levante y hasta la presente.
A Elvira le parece que todo fue un sueño, como si no fue cierto, que hubiese probado el sabor de unos labios. Mira que hace todo lo  posible para que algún cristiano, aunque sea “nuevo”, venga a hablar con su padre. 
Todas las noches de San Juan, baja a la playa para lavarse, siete veces siete, la cara a la luz de la luna . A San Antonio lo tiene cara a la pared, bajo la merlatura de poniente, pero ni por esas.
Sueña que algún navío amigo le traiga, aunque sea de tierras murcianas, algún mozo, de buen ver, que la saque de la torre. Cuyas vistas tiene ya más que vista, y le lleve a otras tierras de cristiano. Donde pueda sentir el calor de unos labios.





22 noviembre 2016

En defensa de Maro y Nerja.. No al campo de golf.


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Maro es tierra de agricultores milenarios, que con todo su esfuerzo, fueron capaces de convertir un tablazo de conglomerados de pie de monte (Tetuán) en la mejor tierra de cultivo.
Han diversificado sus explotaciones y ahora, desde los boniatos que dan fama internacional a Nerja y frutos tropicales, incluido Musa paradisiaca, han llegado a cultivar todo tipo de verduras, plantas aromáticas, aloe vera, flores comestibles, etc. que exportan a toda Europa.
Muy pocos saben jugar al golf.



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La naturaleza en Maro, es tan bella, es tan salvaje, que no necesita para nada un campo de golf, lleno de hoteles y viviendas.



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Ramón Díaz.
El urbanismo fracasado.

Tiene razón el alcalde de Llanes, Enrique Riestra, cuando afirma que el modelo urbanístico basado en la construcción masiva de segundas residencias está agotado. Y fracasado, pues no ha dejado tras de sí más que ruina y crisis. ¿A quién enriqueció el modelo aplicado en Llanes desde los noventa? Es verdad que hubo quien sacó unos pocos cuartos vendiendo sus heredades, pero la parte del león se la llevaron las promotoras y constructoras foráneas. Lo tuvieron fácil: pedir dinero al banco para comprar, y vender sobre proyecto. Disneylandia. Hasta que reventó la montaña rusa. Nadie que quiera a esta tierra puede desear para ella un modelo como el de la Costa del Sol, porque acaba en sueldos miserables para el empleado y ganancias colosales para las grandes cadenas propietarias de hoteles y apartamentos, las grandes constructoras y, por supuesto, los bancos. Hay alternativas para que ganen los vecinos y los negocios y constructores locales.


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José Manuel Rico Bermúdez.
Como este tema siga adelante nos encontraremos en Maro con infinidad de propiedades privadas, cerradas a cal y canto, caminos particulares con prohibido el paso, acceso prohibido, uso sólo para residentes, prohibido...prohibido...prohibido y más prohibido por todos lados y lo que era patrimonio público para uso y disfrute de todos los ciudadanos pasará a ser de uso y disfrute particular pero con el agravante de que donde antes había arboleda, naturaleza, pasará a ser un enjambre de casas, sin ton ni son. Me sorprende que a nivel político local no haya surgido alguna iniciativa para impedir este desmán de una empresa vasca que se llevará sus beneficios a su tierra y nos dejará a nosotros, los andaluces, con un palmo de narices y cara de tonto.


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LLANES Y NERJA
Oportunidad histórica
Ramón Díaz 11.11.2016 | 03:43
El Ayuntamiento de Llanes (y el de NERJA) tiene una oportunidad histórica para demostrar que otro urbanismo es posible. Puede demostrar que hay futuro para las actuales y las futuras generaciones más allá de la construcción desaforada de segundas residencias (y que no lo hay con la masificación). Puede demostrar que hay fórmulas infinitamente mejores para crear riqueza que quemar suelo con recalificaciones desmedidas. Puede demostrar que la rehabilitación y la regeneración deben primar sobre la recalificación. Puede demostrar que el suelo, además de un recurso económico, es un valiosísimo elemento natural, generador de riqueza. Puede demostrar que a través del urbanismo y la ordenación territorial es posible conjugar factores como la calidad de vida de los ciudadanos, la conservación del medio ambiente, la eficiencia energética, la cohesión social, la prestación de servicios... Puede demostrar que es posible un desarrollo urbano más inteligente, sostenible y socialmente inclusivo que el que nos arrojó al abismo de esta crisis inmobiliaria que ha empobrecido a las clases media y baja.
Para todo ello basta con cumplir la Carta de Leipzig sobre Ciudades Europeas Sostenibles y la Declaración de Toledo. O simplemente con aplicar el sentido común. Quedan dos años y medio de mandato. El tiempo justo.

Gracias Ramón Díaz.
Estamos en la misma lucha. No se bajan del burro de la construcción desaforada para blanquear dinero y arrasar con las tierras ganaderas o de labor.
No les importa que después las viviendas sean esqueletos muertos o en el mejor de los casos, habitadas solo, dos meses al año, y el paisaje natural destruido para siempre. Ellos ya blanquearon. La historia es la misma en Nerja que en Llanes.
Miguel Bueno

 

Ya mismo no veremos invernaderos en Maro, al Sr. Marqués le molestan los plásticos y los cambiará por hoteles y viviendas.



--> EXPOLIO DE MARO
publicado el 16 de mayo de 2015

Alegaciones que presenta Miguel Bueno Jiménez DNI 24047500 y domicilio ...
Al CONVENIO URBANÍSTICO ENTRE EL AYUNTAMIENTO DE NERJA Y
SOCIEDAD AZUCARERA LARIOS S.A.
PARA LA REGULARIZACIÓN DE
ANTERIORES CONVENIOS, OCUPACIONES DE SUELO Y DESARROLLO URBANÍSTICO DE MARO
No es simple capricho el que Maro y su entorno gocen de la máxima protección que otorga la Junta de Andalucía.

Maro es un enclave único en toda la costa mediterránea, por su belleza y conservación.
Maro es pueblo de agricultores, en equilibrio con su entorno, que de llevarse a cabo el convenio, quedaría reducido a una población condenada a buscar trabajo eventual y de temporada en el sector servicio.

El impacto paisajístico es de tal magnitud que el mirador del Balcón de Europa, único en España, sería afectado en su vista de levante con un paisaje pleno de viviendas.
Todo Tetuán se asienta en la mejor tierra agrícola, “suelos rojos mediterráneos” mejorado a lo largo de siglos por el trabajo de los agricultores de Maro.
El convenio es leonino para los nerjeños , equipara terrenos cedidos por Larios en la Rambla del río Chillar con las tierras de Tetuán de un valor muy distinto.

Larios se queda el 100% del suelo hipotéticamente urbanizable en el “mejor solar” de Nerja, entregando el 10% de cesión urbanística en terrenos de ramblas o inundables, y lo mismo hace con el 30% de viviendas de VPO.

Por todo lo cual le pide a la autoridad competente anule el convenio urbanístico entre el Ayuntamiento de Nerja y la sociedad Azucarera Larios S.A.
Atentamente

Miguel Bueno Jiménez 



Expolio de Maro: Hoteles. Viviendas. Campo de golf

Con todo el respeto del mundo para aquellos que tengan otro punto de vista y en particular para los vecinos y comerciantes de Maro que tienen derecho a soñar con un empleo estable, bien remunerado y ver sus comercios llenos de clientes.
Especialistas tiene la administración para valorar las peonadas que genera la agricultura en Maro, y sobre todo el valor de su producción, a pesar de la gran diferencia de precio entre el productor y el consumidor final. Y compararlos con los jornales que pueden originarse en cortar el césped del campo de golf, conservar y limpiar hoteles y viviendas o mantener el servicio hotelero en temporada alta. “Habas contás”. En invierno creemos que ni siquiera hará falta hacer cálculo alguno.
En cuanto a las tiendas que quieren ver llenas de clientes, me permito decirles que es vana ilusión. No creemos que los golfistas entren a Maro para comprar.
No es un problema exclusivo de Maro. Conocemos calles céntricas en muchas ciudades con sus tiendas cerradas : Málaga, Lille o Valencienne en Francia. El público ahora compra en los grandes centros comerciales o por internet. En Málaga desde que se montaron los DIAS, CARREFOUR, EROSKI, CENTRO LARIOS etc. no ha quedado un comercio vivo.

Además sería muy difícil entrar en Maro, el pueblo quedaría enjaulado con altas vallas, algunas de decenas de metros para que las pelotas no salgan del campo y nadie pueda entrar y claro, ni salir. Solo se saldría por los puntos donde la administración del campo decida, y allí colocarán los servicios para que no se escape un euro fuera de su zona de influencia.
Hoy no queremos hablar de la barbarie paisajística que suponen los hoteles, viviendas y golf en la única zona de la costa de Málaga que podemos considerar aun con su paisaje natural. Ni del impacto para el Balcón de Europa al ver su horizonte de levante lleno de viviendas.
En cuanto que quedaría un pasillo para poder ver el mar, al borde del acantilado. No tiene ni color, con la libertad actual de poder andar por los campos de Maro. Tomar el sol en la recacha del Sanguino. Acercarse al cuartel viejo para ver la Caleta. Pasear hasta las Tierras Nuevas o llegar hasta la casa de verano en Tetuán para ver Nerja a lo lejos.
Para acabar. Si de invertir se trata, hay infinidad de solares en Nerja, incluso de uso hotelero, pagando IBI urbano desde hace decenas y decenas de años, donde invertir y construir, sin necesidad de matar la gallina, que tantos huevos da de comer a tantas familias de Maro y Nerja.
Miguel Bueno

21 octubre 2016

Arboricidio programado. Asturias.



En los concejos asturianos de Llanes y Ribadedeva, junto a la costa cantábrica, se ha conservado un encinar esclerófilo  mediterráneo (amante de la sequía) como reliquia de un periodo con clima más seco al de la actual Asturias, de clima húmedo oceánico.

El encinar, con toda su orla arbustiva acompañante, de durillos, aladiernos, laureles, jazmines, zarzaparrillas, ruscos, majuelos, madreselvas, saúcos, cornejo, etc. incluso hemos llegado a ver, en contadas ocasiones, madroños y alcornoques, se ha conservado en los cuetos calizos, donde la permeabilidad del cars, ha dejado los suelos lejos del nivel freático, y la guadaña del ganadero no pudo entrar por la presencia de tanta roca en la misma superficie.
Es una verdadera delicia pasear, por ejemplo, en los alrededores de la cueva del Pindal, en Pimiango (Ribadedeva), por el interior de un encinar tan bien conservado que llega a parecer que estemos caminando por un encinar mediterráneo de  Quercus ilex, y para más, quedar extasiados con los castros (islotes) coronados por las encinas.
(La historia de Pimiango y sus zapateros, aprovechando los taninos del encinar, merece un estudio aparte)

Si además añadimos que en muchos setos vivos de la zona (sebes) se han refugiado  hierbas  y arbustos del encinar y podemos recolectar hinojos (Foeniculum vulgare) con los que guisar el potaje serrano andaluz, nos parecerá que no hemos salido del Mediterráneo.
Las encinas pueden encontrarse, muchas veces con portes espectaculares, fuera del bosque, en linderos de prados de ciega, y más escasamente en el interior de los prados.
En algunos casos, un dolor, el encinar aparece maltratado con plantaciones de eucaliptos en su interior.

No encontraremos ninguna encina joven, la ley que las protege tiene un doble filo. Está tan prohibido aprovecharse de ellas, que nadie dejará crecer ninguna encina que aparezca en su finca, por evitar el no poder usarlas en el futuro.
Si además se añade, que tienen penalización en la subvención que reciben los pastos - se deduce la sombra del árbol al montante de superficie dedicada a la hierba - no nacerá una nueva encina, por muchas bellotas que germinen.
Lo mismo está ocurriendo con las pomaradas, si ya al estorbo para la ganadería mecanizada actual, que supone los manzanos, al entorpecer el trabajo de los tractores, se añade la penalización por la sombra del árbol en la subvención que reciben los prados. No quedará un manzano en unos años.
Hemos visto desaparecer, castaños, nogales y manzanos, atacados sin piedad por el hongo fitostera. No se cuidan los que quedan, ni se reponen con plantas resistentes al hongo, porque pierden dinero de las subvenciones.

El doble filo de leyes, pensadas para proteger la vida rural, es lo que deseamos poner de manifiesto en estos apuntes.
Lo denominamos “arboricidio programado”.
No se puede subvencionar los prados, penalizando a los árboles.

Miguel Bueno 

 Encinar sobre los mismos castros en Pimiango, Ribadedeva.


 Encinar de Niembro, en la ensenada El Bao.




 Encinas aisladas dentro de los prados en Niembro, Llanes.


 Encinona de Balmori, Llanes (Esta tiene nombre propio por su espectacularidad).

Tocón en Balmori, abril de 2017

 Encinar en la misma playa de Toranda, Niembru.


 Eucaliptos dentro del encinar, Pacanda. Piedra.


 Fotografía del año 2014, aún quedaban manzanos bordeando el encinar. Dentro del encinar, destacan los perfiles de los eucaliptos. Los tractores trabajando la hierba, ya sin ningún árbol que obstaculice su labor.

08 octubre 2016

Bosque de Peloño. Parque Natural de Ponga. Asturias



A primeros de octubre, nos citamos en Beleño (Ponga), con un guía local, para  ver la berrea de los ciervos (Cervus elaphus) conocidos en la zona como venados.
Con el vehículo del guía pudimos entrar al corazón del bosque de Peloño, disfrutando a lo largo del camino de las espectaculares hayas que lo bordean. 
Después andando a través de campas y veredas nos acercamos a los prados donde el guía tenía localizados varios venados para intentar verlos de cerca.
Fue un disfrute caminar al borde del hayedo cuando entraba la niebla, pero esta no nos permitió ver a los ciervos.
Quedamos expectante hasta que, al filo de la noche, comenzaron los lamentos de los machos para conquistar el favor de las hembras. Eran varios, que parecían dialogar con sus berridos en la distancia.
El que oíamos más cercano, parecía retumbar desde el fondo de la tierra. El guía nos comentó que era de un gran ejemplar que dominaba los prados de la zona y quería mantener su reinado un año más.
A pesar de la niebla, pude hacer algunas fotos que presento en esta entrada. Si alguno desea ver la espectacularidad de paisaje que rodea el bosque de Peloño le recomiendo visite mi entrada de octubre del 2011 : Parque Natural de Ponga. Una mirada. http://miguelbueno.blogspot.com.es/2011/10/blog-post.html
Cuando tuve la oportunidad de hacer casi el mismo recorrido que hicimos ahora para la berrea.