22 junio 2010

Del románico al renacimiento




Del románico al renacimiento, de ser devorada por do más pecado había, a cantar la eterna belleza femenina.
Cuatro siglos en recorrer despacio el camino, del XII al XVI en el mismo páramo castellano, de Frómista a Zorita, en la misma provincia de Palencia.
Qué difícil se hace el alabar la belleza de la vida y cuantos pasos atrás en la historia del hombre.
Qué suerte haber superado los años negros de la juventud y adolescencia, cuando a la represión franquista, se unían aquellos misioneros que recorrían los pueblos asustando con la llegada del fin del mundo y la pena de fuego eterno para los pecadores inconfesos.
Qué dicha vivir el presente, sin temor al futuro, ni al más allá. Vivir en paz con la conciencia y disfrutar de la belleza, sea en una flor, en un atardecer, en el vuelo del cernícalo o en la calma del pacer de los corzos.

Fotografías de Piedra.

18 junio 2010

Pacanda tras la tormenta.






Tras la tormenta, es cierto, viene la calma y la luz queda atrapada entre los árboles y la montaña.
Pacanda es bella, con una belleza tranquila, reposada, al igual que el agua en los vados de los prados, cuando olvida su querencia de mar y se remansa sin prisa, ofreciendo su espejo al árbol para que sienta orgullo de su porte.
Esta tarde he dado un paseo por Pacanda, entre el río y la montaña, y cada cosa ha vuelto a su ser. El río que salió de madre con el diluvio, vuelve a correr despacio, con el agua transparente, tan limpia que dan ganas de beber. Los árboles soportaron la ventisca y aunque algunos tienen heridas en sus ramas, la mayoría parece que crecieron y se ven más altos.
Estaba preocupado con el nido del jilguero en el cerezo de casa, pensaba que no soportaría el vendaval, con ese viento huracanado y tantísima agua, que pareciera que los cielos estuviesen abiertos, como si san Pedro hubiese perdido ya el control de la lluvia. Antes de la tormenta, veía entrar y salir del árbol a los jilgueros, pero hace tiempo que no veía ningún movimiento, no quería acercarme para no molestar a las crías. Y qué alegría, acabo de ver un polluelo pequeñito en el borde del nido, quiere salir ya de casa, resistió el envite de la tormenta y seguro que su madre le enseña a volar antes de que acabe la primavera.
A las hortensias si les ha sentado bien el agua, abrieron sus flores, azules, rosas y blancas y de un día para otro ha cambiado la luz de la casa.

15 junio 2010

Ya. Aires de sierra y mar


Hoy he recibido el ejemplar de muestra en papel de mi "Aires de sierra y mar". Para finales de mes llegará el resto.
Los amigos que deseen recibir un ejemplar pueden dejar su dirección en mi correo :
miguelbuenojimenez@gmail.com y se les pondrá en lista de espera.
Recordar que para verlo en PDF podéis enlazar con el libro en mi blog.


"A veces sueño que estoy despierto y no se si vengo o vuelvo.
Qué más da, si la vida es un llegar al sitio de donde vengo; no tengo prisa, ya llegarán los tiempos del encuentro y volveremos a caminar sin rumbo, como hace ya tanto tiempo".
Piedra

12 junio 2010

San Antonio 2010. Piedra. Llanes






En la tarde primera se planta “la joguera” bien recta y bien alta.

- Y vosotras, ¿ por qué no ayudáis?
- No, eso es cosa de hombres.

El gran falo, quedará inhiesto todo el año, soportando lluvias y vientos hasta la próxima festividad.

Al día siguiente se baila y canta al ramo. Las letras quieren hablar de San Antonio bendito, cuando en realidad es un canto alrededor de los panes, los dones que nos da la tierra una vez fecundada.
La fiesta termina con el reparto de las roscas entre toda la comunidad y la subasta del pan, ( la comunión fue antes del cristianismo ).

07 junio 2010

Atardecer.




El río se engalana, en momentos se remansa, olvida su bravura y se hace hembra para no perder el decoro en su unión con el mar. Ahora es ría, y tranquila ofrece el agua dulce a los peces sedientos por tanta sal.
Las lubinas y los reos saltaran de gozo por la dicha y algunos tendrán que pagar tributo por tanta osadía a los pacientes pescadores que desde el malecón, esperan la puesta del sol para lanzar sus cañas a la ventura.
La tarde se vuelve noche despacio, sin prisa, es el ritmo natural de la ría, tan distinto al de la ciudad. Aparecen algunas luces impotentes contra el poder de la noche.
Acaba de terminar un barco su singladura y apenas la estela deja marca en el espejo del agua, en silencio se acerca a puerto buscando el merecido descanso.
Las parejas de jubilados han visto ponerse el sol y en paz, vuelven del paseo a esperar otro día, otro atardecer en Ribadesella.

04 junio 2010

Playa de Toranda. Llanes





Las encinas se asoman a la mar, adelantan a los eucaliptos y le ganan por esta vez la mano, para poder ver como las gaviotas descansan sobre los islotes en su ir y venir a favor de los vientos, buscando su sustento unas veces en tierra y otras en el mar.
Son encinas adaptadas al salitre desde tiempos inmemoriales, criadas junto al Cantábrico lejos de su querencia natural, forman bosquetes, reliquia de otro clima más seco, sobre los cuetos calizos donde al hombre se la ha hecho difícil segar la hierba.
Algunos días desde la misma playa he visto a las ardillas corretear entre ellas. En Llanes aún quedan rincones donde la mano del hombre ha alterado mínímamente el paisaje y con muy poco esfuerzo se podría sustituir los eucaliptos de los cuetos por su bosque original de encinas.