26 septiembre 2021

Buelna. Llanes Asturias

 En un día primaveral de otoño hemos vuelto a Buelna, casi en los confines orientales del Concejo de Llanes.

Al llegar, quedas ya embrujado con el caserio de pueblo pequeño.

Si la arquitectura rural te emociona, el disfrutar de su vegetación te embriaga.

Las hortensias aún en flor un 26 de septiembre resaltan la belleza de las  viviendas. 

En un corto paseo, 600 m. hasta la playa puedes admirar chirimoyos, madroños y acebuches. 

Para mí es el único chirimoyo que conozco en la  costa asturiana y el acebuche bien puede ser  reliquia de los bosques de la era terciaria cuando Asturias gozaba de un clima mediterráneo. 

Cada día encuentro más acebuches en la costa llanisca, algunos recomidos por tantos rumiantes como pastan entre ellos. En algún caso, mi valla protectora no ha tenido ningún efecto y pocos meses después de colocarla seguíamos en las mismas. Pero otros fuera del  alcance de las vacas gozan de envidiable salud.


Piedra 

Pacanda, 26 sep 2021