Esta luz de Pacanda
con el cielo entreverado
de pequeñas nubes.
Este sol de noviembre
que acaricia suave
el regalo de mis días.
¡Qué dicha
el otoño de la vida!
tan alejado del tiempo
en que curas sin alma
amenazaban
con el “fuego eterno”
a inocentes criaturas.
Hoy vi la mar
estaba en calma.
Fotografía: Sierra del Cuera, Llanes
3 comentarios:
Pos no te quea na toavia....
Ya estamos en capilla, volvemos a Sevilla. A ver si nos vemos junto al Guadalquivir.
Expresiones
Piedra
Me gustó mucho, dulce otoño de la vida que te hace encontrar el mar en calma, lindo!
Saludos desde Buenos Aires
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