14 octubre 2010

Mariquilla y el mar



Mariquilla, ¿quién te llamó Mariquilla? Como si fueses una mar chica, una mar pequeña, para recogerte entre las manos y volver a dejarte en la arena, un día de calma. ¿Sería por tu amor al mar? o era tu amor, el enamorado de la mar, quien puso nombre a la niña que nació a la vera de la orilla.
Mar, el mar, la mar, mi niña trae olores a marismo, aromas de los mares del sur. Olor a mar y sal, a salitre y caracolas; de aquellas caracolas que llevan siempre el son y el perfume del mar tierra dentro, para no olvidar el cantar de las olas.
¿Recuerdas Mariquilla cuando la marea dejaba tus huellas sin borrar a la orilla del mar, y la marejada venía a guardar las tuyas junto a las mías en los días de mar brava? Cómo corríamos las olas, jugando con el agua, buscando las huellas entrelazadas.
¿Te acuerdas que a la tarde, el sol dejaba una senda de luz sobre el mar y andaba con nosotros al ritmo de nuestro caminar? Soñábamos con llegar a otros lugares, allá por el sol poniente, donde se pierde la mar y comienzan otras tierras, las tierras de ultramar.
¿Recuerdas ayer, paseando por Torimbia, en estos mares del norte, tus huellas seguían junto a las mías, igual que en aquellos mares del sur, hace ya unos días, y al andar por el espejo de arena, pareciera que teníamos el cielo a los píes?


Texto y fotografía de Piedra

2 comentarios:

Sara dijo...

Miguel sientes añoranza de la tierrina eh? se percibe ligeramente en esta bella entrada.
Es que yo estoy igual jejejeje.
Abrazotedecisivo

Isabel dijo...

A mi también me encantan estas playas del norte....el verano que puedo me escapo para allá....
Son muy bonitas tus fotos. Te sigo. Si quieres.......acabo de estrenar blog.