La albufera de Cabo de Gata ocupa una extensión de 400 hectáreas, separadas de la playa por una barrera de dunas, de tal forma que para la explotación de la sal se hacía bombear el agua, primero con molinos de viento y más reciente con motores eléctricos. Durante todo el siglo XX, las salinas movían tal producción de sal que tenían su propio embarcadero y astilleros donde construir las barcazas para su transporte.
Hoy la albufera es un privilegiado observatorio de aves, con
varios miradores en su perímetro. En invierno destaca la gran colonia de
flamencos que se alimentan en sus aguas.
Os contaré que cuando acampaba con mis alumnos de bachiller, en el nacimiento del río Guadalhorce (Málaga), para estudiar sus ecosistemas, durante la noche oíamos gran clamor de aves que pasaban volando por encima de nuestras tiendas, no teníamos ni idea que podía originar tal jaleo, fue nuestro amigo Agustín Antúnez (q.e.p.d) , especialista en aves de la Universidad de Málaga, quién nos contó que cuando los flamencos que anidan en Fuentepiedra no tienen alimento suficiente para dar a sus crías, vuelan diariamente a Cabo de Gata para traerles la papilla.
Os contaré que cuando acampaba con mis alumnos de bachiller, en el nacimiento del río Guadalhorce (Málaga), para estudiar sus ecosistemas, durante la noche oíamos gran clamor de aves que pasaban volando por encima de nuestras tiendas, no teníamos ni idea que podía originar tal jaleo, fue nuestro amigo Agustín Antúnez (q.e.p.d) , especialista en aves de la Universidad de Málaga, quién nos contó que cuando los flamencos que anidan en Fuentepiedra no tienen alimento suficiente para dar a sus crías, vuelan diariamente a Cabo de Gata para traerles la papilla.
La distancia entre ambas localidades es de 300 Km, aunque la
ruta de los flamencos no llegase a los 600 Km. también tenían que superar la
sierra de Las Cabras y lo hacían por el puerto de los Alazores, muy cerca de donde acampábamos.
En la misma playa que sirve de barrera a la albufera,
destaca el torreón de San Miguel, construido por Felipe II. Fue destruido por
un terremoto en 1658 y se volvió a levantar en el siglo XVIII. En 1941 pasó a
depender de la Guardia Civil y hoy está abandonado.
En la subida al faro de Cabo de Gata, recomiendo fijarse en
el bello bosquete de palmitos, a sotavento de los vientos de levante. La
Chamaedorea humilis es la única palmera nativa
de la península, aunque enana, tuvo infinidad de aplicaciones en la era
anterior al plástico, sus hojas sirvieron para rellenar colchones, (las puntas
de las palmas atravesaban la funda y en cada movimiento te pinchaban como
agujas), fabricar sombreros, soplillos, escobas y con su pleita, hacer todo
tipo de envases: ceretes para los higos, canastos, espuertas, cestos, etc.
10 comentarios:
Me encantan los faros!
Bien!!!! buenas fotos y nuevos paisajes.
Miguel, metí la pata con el alumbre, una de composiciones químicas no entiende mucho. Será otra cosa la "piedra de alumbre" que yo comentaba.
Cerca de mi otro lugar está la Laguna de Gallocanta, el próximo noviembre si puedo quiero ir y volver a ver las grullas. Un espectáculo para no olvidar.
Un abrazo Miguel
Estas fotos te quedaron espectaculares...
Saludos y un abrazo.
Que lugar mas bonito y que buen reportaje nos nuestras ....
Besos
Bonito reportaje y bien documentado Miguel, un abrazo desde Reinosa.
En cuanto a la foto del faro, esta procesada por zonas (por asi decirlo) es por esa razon por la que destaca bastante sobre el cielo aparte de estar realizada de noche, un abrazo Miguel.
Qué bonita te quedó la última foto, con esa vista del faro. Preciosa!
· Recuerdo la zona, especialmente, el lugar donde los flamencos teñían el cielo de nubes rosas.
Debiera volver ¿verdad? y ahora, con cámara.
· un abrazo
CR & LMA
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La zona tiene que ser muy bonita además con los flamencos tiene que ser un espectáculo precioso.
Un abrazo
Hola Miguel, podria usar una de tus fotos para un web? me das tu permiso? sería la última, la del faro de cabo de gata. la necesito urgente, si puedes contestar lo antes posible te lo agradecería.
mi correo: ignacio.pascual@alebat.com
gracias!
Recomendable lectura llena de Málaga paisaje y poesía para hacer un pequeño paréntesis en el frenesi en que andamos dia a dia o estamos instalados. Gracias, Miguel.
Un saludo
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