18 junio 2009

Romería de San Antonio. Piedra



Los críos miran el quiosco deslumbrados por el colorido, no saben bien que juguete elegir, si las pistolas con las esposas, para jugar a policía y ladrones, o los rifles de vaqueros.
¿Jugarán los niños a policías y ladrones? o ya están todos los días con las maquinitas de marcianos. Aquellas películas de ”vaqueros”, con el “muchacho” luchando él solo contra los malos, ¿levantan del asiento con el cuerpo en tensión a los niños de hoy? Me parece que ya no hay películas del “oeste”. Creo que no queda ningún Búfalo Bill corriendo por las praderas perseguido por los indios. Los indios han montados casinos y no necesitan defenderse del hombre blanco.
Es cierto, había pieles rojas, hombres blancos, fuertes y la caballería montada, para que más tarde repitiésemos las aventuras por las esquinas de las calles desiertas de coches.
Otros días el problema era elegir a los ladrones, todos los amigos querían hacer de policía, menos Manolito, a él no le importaba hacer de ladrón para que rápidamente lo encerrasen en la cárcel y poder jugar tranquilo con las niñas “a casita”. Le gustaba hacer de padre, pero un padre bonachón que no se molestaba con las jugarretas a que lo sometían sus compañeras.

La señora no pierde la esperanza, piensa que aún, por algún rincón, tienen que quedar críos que se ilusionen con sus juguetes. Mira tranquila, a ver si se animan y suben la rampa frente al quiosco. Sabe esperar, conoce a su clientela y la experiencia le dice que si se acercan un poco más acabaran comprando alguna chuchería.
Hoy lo puso guapo y ordenado, a la derecha los juguetes de crío y a la izquierda los de jugar a casita, lo tiene muy claro. Lo de “unisex” es un modismo que no va con ella.
San Antonio es una fiesta que le trae recuerdos de otra época, cuando venía con su Juan y en los tres días de romería tenían tiempo de dar una vuelta por los caminos que dan al río. Un río de arena blanca, con sauces y robles en la orilla, donde la sombra buen cobijo daba. Bueno, los años han pasado y cada día trae su querer, no es plan de querer vivir dos veces la mocedad.

Fotografía: romería de San Antonio, Piedra. LLanes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esperaba encontrarme con algo relacionado con nuestra tierra chica, pero predomina la nostalgia.
Me gusta.
Nos vemos pronto
Chiqui

Anónimo dijo...

¿para cuándo un texto del pico de su majestad de tan rimbombante nombre o de la cuesta del cielo?
Mira la belleza que te rodea ahí y ahora si te deja el calor y escríbenos algo del sur
Un beso
Chiqui