30 septiembre 2009
Muelle-embarcadero de Huelva
El embarcadero de Huelva se construyó con proyecto de Willians Moore y James Pring en 1871 para dar salida al mineral de piritas cupriferas de las minas de Rio Tinto por la compañia Rio Tinto Company Limited. Tuvo una longitud de 900 m. y estuvo en actividad hasta 1975 . Hoy recuperado de un incendio sirve de agradable paseo sobre la ria del Odiel.
28 septiembre 2009
La lluvia en Sevilla es una maravilla
Con sol o sin él, por la tarde o al comenzar el día, la primera lluvia del otoño, esa que deja el olor a tierra mojada en los rastrojos resecos por el estío, o da lustre a las hojas de los naranjos en calles y plazas, la que nos indica que el verano ya acabó, es siempre una maravilla.
En mi pueblo, reseco por sequías ancestrales, el día de lluvia es día de fiesta. Para la ocasión se alteran muchas costumbres. Ese día el hombre de la casa se hace cargo de la cocina, si hace falta se cierra la puerta de la calle para que ninguna vecina lo vea con el delantal puesto; se cambia el almuerzo previsto por el “ama de casa” y el hombre cocina las migas para todos, por un día la mujer no es dueña de la cocina ( hace tiempo que quiere dejar la propiedad y en la generación de mis hijos lo ha conseguido)
Las migas hace años eran de harina de maíz, -maiz castellano o blanco- hoy cuando sólo existe el maíz híbrido, amarillo, se hacen con sémola de trigo. Para los interesados puedo explicar que la receta es muy sencilla :
En una sartén profunda se hecha un chorreón de aceite de oliva y se fríen los dientes de media cabeza de ajos; antes de que se quemen, se añade el agua y cuando esta está hirviendo se agrega la sal y la harina, removiendo poco a poco. El truco consiste en poner la misma cantidad de harina que de agua, de esta forma en poco tiempo de remover, para que no se peguen, se suelta la masa. Cuando al levantar con la paleta las migas rueden fácilmente, están en su punto para apartar. Para controlar la cantidad, calcular un vaso de harina por dos personas.
Era costumbre acompañar las migas con bacalao frito. Desde que el bacalao dejó de ser comida de pobres, se acompañan con cualquier pescado frito y claro con ensalada de lechuga y tomate aliñada, a ser posible, con aceitunas negras.
Un día os contaré la historia de las migas que se hicieron en las Lomas de las Cuadrillas (Sierra Almijara) para dar de comer a los 100 hombres que se juntaron a trasladar una rueda de almazara de un cortijo a otro, a través de lomas y barrancas.
Fotografía: día de lluvia en Sevilla.
26 septiembre 2009
Mazuco. Llanes
Ajeno a la luz que acaba de iluminar su caserío, el pueblo, escondido entre cumbres y barrancas, permanece en paz, acostumbrado al ir y venir de los días a la sombra del Turbina. Se extiende en una horizontalidad conquistada a la montaña, como si fuese sencillo adaptarse al medio.
Hace años, a estas horas, el humo de las chimeneas daría una muestra más de vida en el paisaje; hoy, el butano llegó a todos los rincones y aún aparece dormido el espacio de la villa, semejando a un cuadro sin retocar.
El aire del otoño despeja el horizonte y el contraste entre la luz y la sombra se acentúa; los verdes de los prados aparecen perdidos. Son pequeñas pinceladas ante la magnitud del paisaje; los árboles se mimetizan con las sombras y apenas destacan su colorido otoñal.
Las cumbres van cambiando de color según la distancia, como si fuese el trabajo de un maestro del renacimiento. A lo lejos, las montañas iluminadas con otra luz, son de otros lugares tan distantes, que quedan fuera de nuestro mundo. Un sueño llegar algún día hasta ellas.
La mole a la izquierda del pueblo impresiona en su desnudez, los trazos de roca virgen marcan y delimitan su espacio en tonos herbáceos de colores diversos, parece increíble que ningún árbol escale las pendientes. Sólo en la roca más escarpada, inaccesible a los incendios ancestrales, aparecen pinceladas arbóreas.
Seguro que a estas alturas del cuento habéis visto en primer plano al caballo, que él si que no se ha inmutado. “El que la lleva la entiende”, los días frescos y más cortos del otoño dejan la yerba en su ser y hay que buscar el bocado en lugares distintos al de ayer. Visto desde fuera, con todo el espacio ante él, parece una tarea sencilla, pero mantenerse sólo con verde, sin un mal celemín de cebada que llevarse a la boca, no es un trabajo fácil, hay que espabilar y no perder puntada.
Fotografía: Mazuco, Llanes.
25 septiembre 2009
Volver
Sueño un balcón al mar
donde sentarme a tu vera,
ver pasar los barcos,
lentos, como las horas
de estos días de luz
y calma.
Imaginar mundos nuevos
a la sombra de otras palmeras
en tierras por descubrir
a tu lado.
Andar los caminos de la vida,
juntos los dos,
mirando a lo lejos al horizonte
de la mar.
Y volver a sentarme
cerca de ti,
bajo la palmera.
Fotografía: mirador del Bendito, Nerja.
23 septiembre 2009
VAL D'ECHO - IBON DE ACHERITO
Fotografia de Joan Gonzalez. http://j-gonzalez.blogspot.com
AL LIRIO
Solitario, ignora su belleza,
con esfuerzo levanta el talle
para mirar en el espejo del lago
si es cierta tanta beldad.
Teme que la niebla
venga a ocultar poco a poco
la luz del espacio entre
el cielo y la tierra.
Sabe que los fríos y la nieve
ocuparan su lugar perdido;
tiene prisa en dejar simiente
para que en veranos venideros
nuevos lirios adornen de azul
el verde limpio de la montaña.
Altas cumbres donde un día caminé,
entre morrenas y glaciares olvidados.
Hoy disfruto tus campas y senderos
en el recuerdo de la memoria.
Texto: Piedra
17 septiembre 2009
Barcelona
Bajando por Petritxol llegó a la plaza del Pi y se detuvo en la esquina con Cardenal Casañas, pasó las manos por las viejas piedras frente al rosetón y pensó que la eternidad era un castigo sobrehumano.
El tener que ir de un mundo a otro, recorriendo lugares en planetas por conocer, sin que nunca se acabase el viaje, le pareció un recorrido tan duro que empezó a temblar de fatiga; sujeto a los sillares, tomó un poco de aliento, pero la calma de la noche no le llegaba a tranquilizar.
Volvió a mirar al rosetón y al fijarse en el juego de colores entre la roca trabajada, pensó que la belleza sí era eterna. Como concepto inmaterial, la belleza podía pasar a través de los siglos y recorrer mundos ignotos sin tener fin. Esa idea de eternidad de la belleza le tranquilizó y se pudo sentar bajo el pino a disfrutar del momento, quizás no se volviese a repetir en años esa calma de la noche, esa luz de la luna tras la torre, esos amigos que le rodeaban, esa paz consigo mismo, esa eternidad del instante.
Le faltaba ver de cerca el dragón del llano de la Boquería para que la noche se cerrase en circulo. Los dragones a pesar de San Jorge, existen; tienen una larga lengua y expulsan fuego por la boca, por eso hay siempre una sombrilla bajo ellos, para que las cenizas no caigan sobre los viandantes desprevenidos.
Pasó bajo el dragón y comprobó que el farol estaba en su sitio, si cada cosa estaba en su lugar, podía pasear tranquilamente por las Rambla. La noche era joven y tenía una eternidad por delante.
Foto de sherca; Llano de la Boquería, Barcelona
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