A principios de otoño hemos recorrido el valle glaciar
de Valle Lago, desde el pueblo al mismo lago son 6 Km. por una pista muy bien
acondicionada. El paseo es una delicia de camino, entre las verdes praderías,
las reses que pacen tranquilamente a tu
vera, las “cabanas de teito” y las hayas
del bosque que iniciaban su cambio de color.
En las cercanías del pueblo tuvimos la
oportunidad de fotografíar las rocas
depositadas en la morrena, en una de ellas eran muy visibles las estrías y el
pulido glaciar. A lo largo del camino también destacan enormes bloques
erráticos dejados por el glaciar a su paso por el valle.
Muy llamativo es el gran circo glaciar que rodea al
lago y la gran morrena frontal al pie del
mismo, depositada en la “pequeña edad del hielo” del último periodo frio,
entre el siglo XIV y mediados del XIX.
“Declarado Parque Natural en
1988 y Reserva de la Biosfera en el año 2000, el parque natural de Somiedo es
también poseedor de la carta Europea de Turismo Sostenible, siendo el primer
Parque asturiano en obtenerla. Entre sus bosques de hayas y robledales las
especies más emblemáticas y singulares en el territorio son sin duda la del oso
pardo y el urogallo, que conviven con otras especies como jabalís, bandos,
rebecos, lobos, zorros, nutrias, etc.
A su valioso patrimonio natural, Somiedo une un acervo cultural y humano no menos singular. En esta área han convivido a través de los siglos dos grupos humanos social y culturalmente diferentes: vaqueiros de alzada y xaldos. Los primeros constituyeron un grupo humano diferenciado socialmente que practicaba una trashumancia de largo recorrido, desplazándose con familia, rebaños y enseres desde las áreas bajas de la región a los altos pastos somedanos para allí habitar durante el verano. La peculiar idiosincrasia de los vaqueiros de alzada atesora un rico patrimonio de ritos, mitos y folklore diferentes a los del resto de la región. A ello se añade una extraordinaria riqueza de elementos materiales y de arquitectura tradicional como las cabanas de teito (cabañas de piedra y techo de cubierta vegetal para uso de los pastores).
A su valioso patrimonio natural, Somiedo une un acervo cultural y humano no menos singular. En esta área han convivido a través de los siglos dos grupos humanos social y culturalmente diferentes: vaqueiros de alzada y xaldos. Los primeros constituyeron un grupo humano diferenciado socialmente que practicaba una trashumancia de largo recorrido, desplazándose con familia, rebaños y enseres desde las áreas bajas de la región a los altos pastos somedanos para allí habitar durante el verano. La peculiar idiosincrasia de los vaqueiros de alzada atesora un rico patrimonio de ritos, mitos y folklore diferentes a los del resto de la región. A ello se añade una extraordinaria riqueza de elementos materiales y de arquitectura tradicional como las cabanas de teito (cabañas de piedra y techo de cubierta vegetal para uso de los pastores).
Antiguamente la actividad
agrícola tuvo cierta importancia en una economía de subsistencia, pero hoy los
habitantes de Somiedo viven principalmente de la ganadería. El concejo es una
de las reservas más importantes de una raza particular de vacuno, la Asturiana
de los Valles o vaca roxa, destinada a la producción de carne. Se trata de un
sistema de ganadería extensiva, basado en el aprovechamiento mixto del suelo de
uso privado y de los terrenos colectivos. El esquema habitual es un desplazamiento
cíclico del ganado entre los prados cercanos al pueblo, de propiedad privada y
los pastos comunales de altura utilizados durante el verano y los pastos de las
brañas, dónde permanece el ganado durante el otoño a le espera de ser
estabulado en invierno y hasta la primavera próxima".