20 abril 2010
Partida de bautismo en Filipinas de mi abuelo, 9/1/1884
“Fray Nicanor Arciniega y Palacios Religioso Agustino descalzo Vicario Provincial y Foraneo Cura Párroco de la Iglesia Parroquial de San Agustín de Cuyo Cabecera de Calamianes.
Certifico: que en uno de los libros Canónicos de Bautismos de esta Iglesia que dio principio el día cuatro del mes de Febrero del año mil ochocientos y dos al folio 307 se halla la partida siguiente.
En este Pueblo de Cuyo Provincia de Calamianes Obispado de Jaro en nueve dias del mes de Enero del año mil ochocientos ochenta y cuatro yo el infrascrito Cura Párroco de este pueblo de Cuyo, Bautice solemnemente y pusé los Santos Oleos en esta Iglesia de mi cargo a un niño a quien se puso por nombre Manuel Pedro Rafael Antonio Francisco Ysidoro Cecilio Ramón Agustín Gimenez, que nació el día dos de dicho mes y año, hijo primogénito y legítimo de Don Antonio Gimenez Baena Médico Titular de esta provincia y de Doña Francisca Ramos Lopez. Ambos Españoles Europeos naturales de la ciudad de Granada Provincia de la misma Abuelos paternos Don Manuel Gimenez Carrillo y Doña Rafaela Josefa Baena Muñoz, Abuelos maternos Don Pedro Ramos y Aguado y Doña Espectación Lopez Bajar, todos ellos naturales también de Granada.
Fue su Padrino Don Pedro Martinez y Santos Capitán retirado de Fragata de Guerra Español Europeo Natural de Coronil provincia de Sevilla y Dª Engracia Fernandez Lanzagan Mestiza Española natural de Cuyo Cabecera de esta Provincia de Calamianes, siendo testigos de la estension de esta partida Don Ramon Gonzalez Pacheco Gobernador de esta Provincia Español Europeo natural de granada y Don Andrés Canosa Promotor Fiscal de la misma Provincia natural de Corcubión Reino de Galicia y Tomas Jaranilla escribiente de esta Iglesia y Francisco Ponce de Leon Fiscal de la misma y por verdad lo firmo = Fr Nicanor Arciniega.
Es copia fiel de su original al que me remito. Cuyo 12 de abril de 1895.”
(firma de Fray Nicanor Arciniega)
“Don Jose García de Castro y Calviño Juez de primera instancia de esta provincia de Calamianes y de los Distritos de las Paragua y Balábae que por faltas de Notario público en el Territorio De mi jurisdicción actúo como tal con mis testigos acompañados
Certifico: Que Fray Nicanor Arcienaga, por quien aparece expedida la precedente certificación , es, como se titula, Cura propio de esta Parroquia de San Agustín de Cuyo, y legitima al parecer la firma y rúbrica con que la autoriza y Dice “Fr, Nicanor Arciniega”, por ser muy semejantes a las que usa. Y para que conste espido y firmo la presente con mis acompañaos en Cuyo a catorce de Abril de mil ochocientos noventa y cinco.”
(Firmas del juez Jose Garcia Castro, del Gobernador Ramon Gonzalez y de…..)
Fotografía: Iglesia de San Agustín en Cuyo, Palawan, Calamianes de Filpinas
17 abril 2010
¡Ay Granada!
¡Ay Granada! Camino al paseo de los Tristes en noche de luna llena, con las altas torres bermejas cerca del negro cielo.
Si, duele Graná aunque corra el agua clara Darro abajo hasta la vega sedienta. Sedienta de siglos por dolores escondidos. Escondidos en el fondo del alma, entre Valderrubio y Asquerosa, entre Tamarit y San Vicente, entre Viznar y Alfacar. ¡Ay mi Granada!
06 abril 2010
Tito Flavio y Octavia Julia
Tito Flavio Malacitanus y Octavia Julia Claudia
A dos leguas de Detunda y cuatro de Clavicum, en la casa solariega de los Flavio, vive Tito Flavio Malacitanus, que después de la campaña en Dalmacia como lugarteniente de Tiberio, vino a retirarse a sus posesiones de Malaca en compañía de su mujer, Octavia Julia Claudia, de la misma dinastía Julio-Claudia de Augusto, a la que fue a enamorar un día paseando con todo sus galones por la vía Apia, en la misma Roma.
A su retiro se trajo una copia de “re coquinaria”, tratado de gastronomía de su compadre Marcus Gavius Apicius conocido como Pius por las amistades, y con su referencia montó la mejor factoría de garum de toda la costa malacitana.
Se especializó en garum de apua, nuestro Aphia minuta, en otros lugares conocido con el sobrenombre de chanquete.
En la factoría de Burriana tiene el propio taller de ánforas que con su sello vende directamente en el mercado del Capitolio romano a las clases pudientes.
Amigo de sus amigos, el primer garum de la temporada es exclusivo para repartir entre sus amistades.
Luchador infatigable, siempre está dispuesto a defender la verdad y por eso es requerido como “hombre bueno” en todos los litigios de Detunda.
No desfallece, sueña con tener su propia flota de navíos para mantener abastecida la clientela romana y a tal efecto acaba de contratar un equipo de calafates para ponerlos en la tarea y Octavia, con los pies en la tierra, le deja hacer sus proyectos con entera confianza.
02 abril 2010
Portada nuevo libro
01 abril 2010
Prólogo
Miguel Bueno vive en Nerja, Asturias, pero gusta de ir y venir recorriendo sus tierras generosas, llenas de historias entrañables y bendecidas con una naturaleza indomable rebosante de vida. De ellas obtiene Miguel inspiración para llevarnos de la mano con su pluma y su cámara en viajes intensos por prados y montañas, ríos y mares, ciudades y pueblos. Nos cuenta historias de reyes y de nietecillos, de amores y de almendros en flor.
La casa de Miguel es una casa encantada, allí vive el viento ancestral que recibe a los caminantes con un susurro de bienvenida y los brazos abiertos. El nos invita a descansar los huesos doloridos, nos ofrece las instantáneas de la vida, nos narra sus historias atemporales donde son protagonistas personajes milenarios como las Buganvillas coquetas, que se mecen mientras alzan la vista para recordar lo que le han oído al mar, que éste a su vez ha escuchado a las nubes y que éstas han recogido de los primeros habitantes de la tierra; historias talladas sobre la dureza de las rocas por las huellas del caminante.
Nada se pierde, la vida se enmarca en retazos coloridos donde las encinas hacen planes, los arrendajos cantan, las flores abandonan su letargo para entrar en nuestro ser con sus aromas. No nos extrañemos si en cualquiera de sus rincones nos encontramos con libélulas ejecutando danzas amatorias, o con cabras hablando en los patios. Y el paso del hombre por este mundo aparece ahí, a nuestra mano, a nuestra disposición para saborearlo en cada estampa. Son las fotos de los días y días de un país humano y eterno, un país que legaremos a nuestros hijos y éstos a los suyos como un valioso presente, aunque a veces, el miedo nos muerda el alma y un presentimiento se nos cuele en forma de pregunta: ¿será éste el último año que veremos florecer los almendros?
Pero no importa, también es el primero para las nuevas generaciones, no nos preocupemos, estamos en la casa de Miguel y allí la vida palpitará por siempre.
Mercedes Recalde y Gladys Fuentes
La casa de Miguel es una casa encantada, allí vive el viento ancestral que recibe a los caminantes con un susurro de bienvenida y los brazos abiertos. El nos invita a descansar los huesos doloridos, nos ofrece las instantáneas de la vida, nos narra sus historias atemporales donde son protagonistas personajes milenarios como las Buganvillas coquetas, que se mecen mientras alzan la vista para recordar lo que le han oído al mar, que éste a su vez ha escuchado a las nubes y que éstas han recogido de los primeros habitantes de la tierra; historias talladas sobre la dureza de las rocas por las huellas del caminante.
Nada se pierde, la vida se enmarca en retazos coloridos donde las encinas hacen planes, los arrendajos cantan, las flores abandonan su letargo para entrar en nuestro ser con sus aromas. No nos extrañemos si en cualquiera de sus rincones nos encontramos con libélulas ejecutando danzas amatorias, o con cabras hablando en los patios. Y el paso del hombre por este mundo aparece ahí, a nuestra mano, a nuestra disposición para saborearlo en cada estampa. Son las fotos de los días y días de un país humano y eterno, un país que legaremos a nuestros hijos y éstos a los suyos como un valioso presente, aunque a veces, el miedo nos muerda el alma y un presentimiento se nos cuele en forma de pregunta: ¿será éste el último año que veremos florecer los almendros?
Pero no importa, también es el primero para las nuevas generaciones, no nos preocupemos, estamos en la casa de Miguel y allí la vida palpitará por siempre.
Mercedes Recalde y Gladys Fuentes
Suscribirse a:
Entradas (Atom)