Rosas de Pacanda, Asturias.

Este año han florecido las rosas de Pacanda como pocas veces. Ha sido un mes de julio muy seco, cayeron 5 litros de lluvia, y aunque trato los hongos con azufre, solo tuve que hacerlo en una ocasión. Claro, he tenido que regar muchos días, pero la causa de que florezcan tanto, está en que por fin he conseguido que, al cambiar de jardinero, me echen los restos de cortar el césped al pie de los rosales, se forma un mantillo que es puro abono al descomponerse, y de camino nos evitamos el tener que quitar las malas hierbas, que ya no crecen.

Ayer por fin llovió, 33 litros en Pacanda, y hoy lucen las rosas en todo su esplendor, rosas, amarillas, cremas, blancas, rojas. Me traje los esquejes de Nerja y en Pacanda han encontrado un lugar estupendo para dar flores que adornan el muro de piedra, y hasta los corzos, que vienen al prado vecino, se paran a mirar tanta belleza.

Estrasburgo, Francia.

-->

Una ciudad con encanto, sus canales, sus casas  “ à colombages ” , sus plazas,  sus calles , su espectacular ginko en la plaza de la República que ya para nosotros justifica la visita, su hermosa catedral que tuvimos la suerte de ver iluminada por el 1000 aniversario de su construcción. (1015- 2015)

Una ciudad para caminar y usar sus tranvías, en nuestro caso, un billete para tres con validez de 24 horas por solo 6´20 euros.

Un paseo en barco por sus canales hasta el parlamento europeo, una gran mole de cristal en honor de la gran burocracia europea, que queda alejada del centro como si no fuese de la ciudad.

Dejamos para otro viaje conocer sus museos, si dimos un paseo por su jardín botánico y recorrimos todos los restaurantes recomendados por un amigo nacido en Estrasburgo, una delicia de cocina.

En fin, una ciudad a recomendar, que aunque turística no esta masificada por las nuevas hordas de turistas que hacen imposible las visitas de tantas ciudades en verano.