Es difícil que los amigos del
blog se sorprendan a estas alturas con
las bellezas de Nerja.
En nuestro caso nos llama la
atención todos los días.
Un rincón visto una y mil
veces, pero que hoy aparece con una nueva luz. Una calle Pintada recién
estrenada con las primeras lluvias otoñales. Una ceiba en flor, en noviembre. Una cala repleta de bañistas en pleno otoño. Un
ingenio de Maro entre vergeles. Una Nerja insólita vista desde los acantilados
de Maro. Un sol nuevo tras la fábrica de San Joaquín. Un tajo Almendrón
cubierto de nieve. El bosque en la gran dolina al pie de la
Cuesta del Cielo, o los acantilados de Maro siempre sorprendentes, etc.
En fin, que al igual que me
ha ocurrido muchas veces, no puedo sino compartir tanta belleza con infinidad
de amigos aficionados a disfrutar de Nerja, esperando que nuestros paisanos
sepan conservar la naturaleza que la hace única en todo el Mediterráneo.