Aunque a primera vista el
Torcal nos parezca el reino del mundo pétreo, dominado por las formas de
erosión en las calizas: torcas, dolinas, uvalas, torres y callejones,
siguiendo las líneas de fracturas y
diaclasas, esconde una riqueza vegetal inusitada.
En los tajos más escarpados
podemos encontrar la rústica encina, pavoneándose sobre las rocas. Los arces, quejigos, serbales,
repartidos por doquier y los espinos majoletos, rosales, madreselvas y hiedras escalando las limpias piedras. En primavera,
más de 30 especias de orquídeas diferentes, desde la Ophris lutea a la
Spiranthes aestivales según nos describe
Oleg Polunin en su Guía de campo de las flores de España, y donde
también nos informa que es el único lugar de la península en el que
encontró el bello Iris subblifora.
La especias endémicas:
Dianthus anticarius (clavelina), Linaria anticaria, Viola demetria (preciosa
violeta amarilla), etc, son tan numerosas que rogamos a los visitantes que ni
toquen las flores, hoy pueden llevarse el mejor recuerdo de ellas en su cámara
fotográfica.
Como todo paraje cárstico que
se precie, el mundo subterráneo también es espectacular, con más de un centenar de simas catalogadas,
que llegan a alcanzar los 125 metros de profundidad y dos subhorizontales Cueva
del Toro y de Marinaleda con importantes yacimientos prehistóricos desde el
Neolítico a la edad del cobre avanzada.
No queremos acabar, sin
hablar de su importancia hidrológica
como reservorio de aguas subterráneas, que emergen a la superficie en
diferentes manantiales al pie de su mole caliza, destacando el Nacimiento de la
Villa que abastece a la ciudad de Antequera.
6 comentarios:
¡Maravilloso El Torcal! Es fantástico, Estuve allí hace unos 32 años o así y me quedé impresionada. Claro que toda la información añadida que tú nos citas, sobre todo la de la vegetación y flora, ya me gustaría a mí haberla tenido en el momento de visitarlo.
Las fotos, como siempre, Miguel, fantásticas.
¿Sabrías decirme el origen de un arbusto llamado "Serbal del cazador"? Es que tengo dos ejemplares y me gusta mucho, tiene unas bolitas rojas en racimos abundantes.
Gracias y un abrazo.
Las formaciones rocosas siempre me han resultado un espectáculo natural casi mágico. Curiosas formas. Y preciosas.
Miguel, son muy buenas
Maravilloso ese Torcal de Antequera. Las piedras, que tan bien reflejas en tus insignes postales, parecen que no fueron productos de los accidentes, sino de la mano humana. Felicidades y un abrazo.
Me llenan de nostalgia esas imágenes y me traen recuerdos preciosos...¡qué jovenes éramos en aquellos tiempos en que subíamos como cabras locas!
Precioso, como siempre, maestro.
Un beso
Me encanta este lugar, Pedrusquillo. Es más que mágico. Cuando vaya a Málaga, espero que me lleves por estos lugares tan peculiares para llenarme de Pacanda.
:-)
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