¿Para qué soñar? Estamos en
Maro.
Estos días primaverales de
diciembre, hemos recorrido las tierras de Maro, desde la maravilla del mismo
casco del pueblo, a la torre de Calaturcos o de Maro, para seguir por la
antigua carretera costera N-340, hasta Cerro Gordo.
El pueblo está rodeado de
feraces tierras, donde ahora mismo se están plantando las patatas
extratempranas, que se criarán en pleno invierno, entre áloes, plátanos,
aguacates, caña de azúcar, etc. e invernaderos donde se cultivan todo tipo de
plantas aromáticas, hortalizas y flores comestibles.
Una vez visitada Calaturcos,
disfrutando de su panorama, con Nerja como telón de fondo, volvemos a la vieja
carretera y al descender la cuesta de Ana María, quedamos traspuestos con los
perfiles del acantilado tras el río de La Miel.
La carretera tiene infinidad
de miradores, donde al bajar del coche, no sabes qué mirar, si las torres
almenaras que bordean la costa o las calas de ensueño, que quedan escondidas, entre
pinos y peñascos, al resto de mortales.
A veces un peñasco se baña
directamente en el agua, como el peñón del Fraile. Nos avisa que frente a él,
aún queda en pie los restos de la torre almenara del río de La Miel. La que con sus dos cañoncitos de a cuatro de
bronce, guardaba las aguadas del propio río.
Aún hoy, entrega sus aguas claras y trasparentes y en tal cantidad, que
alguna vez, vimos a piaras de cabras, beber agua dulce dentro de la misma mar.
Como hemos dicho muchas
veces, sierra Almijara tiene querencia de mar, y si siempre llevó con ella los
pinos, palmitos, lavandas, alhucemas, tomillos y romeros hasta la misma orilla,
ahora son las cabras monteses las que bajaron de sus cumbres y al ver tal
maravilla, se han quedado a vivir en los acantilados. Les ha ocurrido lo que a
mucha gente, una vez que llegaron a estas tierras, ya no desean salir de ella.
Durante muchos años caminando
por sierra Almijara, solo oímos el silbido de alarma de las monteses, avisando
que entraban intrusos en sus territorios, apenas se dejaban ver. Hoy, en los acantilados
de Maro, al mismo borde de la carretera, podemos ver piaras de cabras monteses
(Capra pyrenaica hispánica), pastando tranquilamente. Al no ser perseguidas, se han acostumbrado a
la presencia humana y parecen orgullosas
de posar ante las cámaras de los visitantes.
NO A LA BARBARIE DEL CAMPO DE GOLF EN LAS
TIERRAS DE LABOR DE MARO.
-->
Cala del Pino
Salvajes y bellos fueron los días
Aquellos días de calas desiertas
Teníamos por manta las estrellas
El amanecer nos sorprendía
Dormido sobre tu pecho
A la orilla del mar
Entre pinos y lavandas
A romero olía tu pelo
Alhucema tu cara
Salada era tu piel
Y yo buscaba rincones de miel con canela.
Miguel Bueno, dic. 2016
Torre del Pino
Hoy subió al matacán, para otear el horizonte, por si un
casual se acercara algún navío amigo.
Esta mañana, a la luz de la saetera de levante, vio como
relucían las primeras canas entre su negra melena. Vino a caer en la cuenta de
que los años se le pasaban en un sin sentir,
tan rápidos, como el agua corre tras la tormenta.
Ya casi no recuerda el sabor de unos labios.
Fue una noche de San Juan. No sabe ya de que década. Cuando
Rodrigo, que había llegado con su nave, al cercano rio de La Miel, para hacer
la aguada, vino a la fiesta que
organizaban los vecino del pago de La Marina. En un renuncio puso los
labios en su boca, fue visto y no visto. La calentura le duró mucho tiempo,
pero Rodrigo, muy poco. Lo mismo que vino, se marchó en la primera calma de
levante y hasta la presente.
A Elvira le parece que todo fue un sueño, como si no fue
cierto, que hubiese probado el sabor de unos labios. Mira que hace todo lo posible para que algún cristiano, aunque sea
“nuevo”, venga a hablar con su padre.
Todas las noches de San Juan, baja a la playa para lavarse,
siete veces siete, la cara a la luz de la luna . A San Antonio lo tiene cara a
la pared, bajo la merlatura de poniente, pero ni por esas.
Sueña que algún navío amigo le traiga, aunque sea de tierras
murcianas, algún mozo, de buen ver, que la saque de la torre. Cuyas vistas
tiene ya más que vista, y le lleve a otras tierras de cristiano. Donde pueda
sentir el calor de unos labios.
12 comentarios:
Ohhhhh!!!!! primero decirte que la nueva imagen 'mola', lucen las fotos muchísimo más... me gusta.
las fotos una preciosidad, como siempre y en cuanto al tema del campo de golf... a ver si lo conseguís y todo se soluciona...
Abrazos Miguel
Describir tanta belleza es inenarrable, no se puede sino solo sentir.
Hay que decirle al marqués tontainas ese que retire sus sucias manos de Maro.
Que Maro es un milagro y que tan solo los puros de corazón pueden acercarse a él.
Díselo de mi parte.
Tal vez muchos escuchen.
Gracias Esmeralda, me alegra que las fotos de mayor tamaño sean de tu agrado, a mi también me parece que ganan en vistosidad, pero ya sabes que sobre gustos no hay nada escrito y no todos piensan igual. Abrazos
Expresiones
Piedra
Asi es querida Soco, seguimos en la lucha, abriendo los ojos de muchos que aún no se han enterado de lo que tienen delante.
Espero que no sa atrevan con la barbarie del campo de golf en las tierras de labor de Maro.
Besos y un montón de expresiones
Piedra
Contigo, con vosotros... no a ese campo de golf. No es admisible esa destrucción a 'toda costa'.
Y las fotos, como siempre, geniales.
abrazos MyM
· LMA · & · CR ·
Sería una barbarie construir un campo de golf sobre tierras de labranza. Si quieren jugar al golf, que busquen otro lugar.
Expresiones, compadre.
Acabo de entrar en el Paraíso. No lo pueden destruir.
Gracias ñOCO por tu apoyo.
Ya sabemos que para ti, destruir las tierras de Maro, sería tanto dolor como para nosotros.
Expresiones.
Piedra
En esas estamos compadre.
Que vaya el Marqués a blanquear su dinero al Caribe y deje a Maro y a los mareños en paz.
Gracias y expresiones.
Piedra
No ganarán...sabes quién soy?
http://miahora.blogspot.com/?m=1
Mi cala favorita desde que llegué a Nerja en el curso 83/84...MARO NO SE TOCA...Saludos
Publicar un comentario